
“Marine Le Pen miente a la gente”, subrayó Macron durante una entrevista al diario Le Parisien, en momentos en que su rival se acerca en los sondeos y amenaza incluso la victoria del centrista en el balotaje del 24 de abril.
Macron lidera la primera vuelta con un 26% de intención de voto, seguido de la ultraderechista (22%) y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon (17%), según el barómetro de OpinionWay-Kéa Partners. La ventaja ante Le Pen se reduce a 6 puntos en el balotaje.
Este viernes, en vísperas de la jornada de reflexión en la que Francia entrará en una burbuja de silencio sin campaña ni sondeos, el mandatario intentó socavar la imagen de moderada y cercana de los problemas de la gente que Marine Le Pen se ha labrado durante la campaña.
“Sus fundamentos no han cambiado. Su programa es racista. Es un programa de salida de Europa, aunque ella ya no lo diga claramente“, advirtió Macron, que busca resucitar la imagen de extremista de la heredera del Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen.
La líder de Agrupación Nacional (RN) se ha erigido en la recta final en la candidata a derrotar. Su rival ultraderechista, Éric Zemmour, cuyo discurso radical la ayudó a aparecer como moderada, también la atacó, asegurando que “sueña” con aliarse con la izquierda.
Francia parece encaminarse a repetir el duelo Macron-Le Pen de 2017, pero el desenlace parece más incierto en un país que en el último lustro vivió protestas sociales, una pandemia y teme los efectos en el bolsillo de la invasión rusa de Ucrania.
Ante este posible duelo, el resto de candidatos empieza ya a posicionarse, incluso antes de la primera vuelta. La socialista Anne Hidalgo, el comunista Fabien Roussel y el ecologista Yannick Jadot ya anunciaron que llamarán a impedir la victoria de la extrema derecha en segunda vuelta.
Pero el tradicional “frente republicano” no bastará para aislar a Marine Le Pen en la segunda vuelta, explicó a la AFP el director de la Fundación Jean-Jaurès, Gilles Finchelstein, para quien este sistema está desgastado, aunque no ha desaparecido.
Símbolo de este cambio, la candidata de la otrora derecha gobernante, la liberal Valérie Pécresse (Los Republicanos), aseguró que no dará una consigna de voto tras la primera vuelta porque “los franceses son libres”, aunque sí revelará por quién votará.
El “frente republicano” ya se activó en dos ocasiones en la historia reciente de Francia. En 2002, cuando Jean-Marie Le Pen pasó contra todo pronóstico a la segunda vuelta frente al conservador Jacques Chirac, que lo derrotó con más del 80% de votos, y en 2017.
Pero como en 2002, el resultado de la primera vuelta, que se conocerá el domingo a partir de las 20:00 (15:00 horas de Argentina), puede deparar sorpresas. Mélenchon, impulsado por su imagen de “voto útil” de una izquierda atomizada, espera pasar al balotaje.
Este viernes, la exministra Christiane Taubira, quien intentó en vano ser candidata en la elección, apoyó al izquierdista, ya que, ante el “riesgo” de que Le Pen “llegue al poder”, votar por él es una manera de “bloquear el camino” a la ultraderechista.
Según su partido Francia Insumisa, Mélenchon recibió además el apoyo de decenas de personalidades internacionales, como los expresidentes brasileños Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, el ecuatoriano Rafael Correa y el boliviano Evo Morales.
En las últimas horas de campaña, los 12 candidatos apuran sus últimos cartuchos para movilizar a los electores, máxime cuando sólo un 69% afirma que votará con seguridad. De estos, uno de cada tres aún duda sobre a quién votar, según un sondeo Ipsos-Cevipof.
“Es la primera elección que alcanza tal índice de indecisos”, estimó el politólogo Pascal Perrineau, para quien esto augura una incertidumbre “importante” sobre quién estará al frente de esta potencia económica y nuclear mundial.
Fuente Ambito