Por Daniel Romero
Fue allá por los 90 donde nos conocimos y tuve el honor de ser su amigo. Andrés Alcaraz dejo este plano ayer por la mañana.
Lamentablemente padeció una internación de casi dos años y sus fuerzas y alma dijeron basta.
Se podría decir que fue un prodigio de conocimiento y profesionalidad, tanto como periodista en los diferentes medios en los que se desempeñó, como cuando estuvo al frente de la comunicación empresarial y sin duda como generoso y didáctico amigo. Gran tipo, que le dicen.
Las largas sobremesas durante tantos años no se olvidan, tampoco su bonhomía y su humor con el que, incluso, tratábamos los grandes temas que agitaron a nuestra Argentina en años difíciles.
El llamado y la convocatoria era un clásico semanal y durante el almuerzo, no se dejaban temas al margen, internacional, para ver lo macro y nacionales donde revisábamos lo micro, importante para quienes aquí vivimos. Cuanta info profesor!!!
Llegamos a ser tres, ya para los encuentros de amigos, donde además de nuestras vidas, también caíamos en la rutina, internacional y nacional, pero la cenas ya incluían un poco más de vino, algún coñac, algún mini habanete y/ o un buen robusto.
Hablar de tus cualidades como ser humano, títulos y honores seria redundante, tu nombre los lleva implícitos.
Adiós querido amigo, la pandemia nos quitó mucho y eso duele. La peleaste más de lo posible.
Fue un honor.