
Rusia comenzó a recibir en las últimas horas a 265 soldados ucranianos, considerados los prisioneros de guerra, lo que significa en los hechos que ha logrado el control total de Mariúpol, estratégica para hacer de puente entre la península de Crimea y la región prorrusa del Donbás.
“En las últimas 24 horas, 265 combatientes depusieron sus armas y se rindieron, incluyendo 51 que estaban gravemente heridos”, dijo el Ministerio de Defensa de Rusia en un comunicado.
Las autoridades rusas precisaron que aquellos que necesitaban asistencia médica fueron trasladados a un hospital en Novoazovsk.
El presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, celebró en su habitual video nocturno la salida con vida de los militares de la planta industrial, aunque sin reconocer la condición de prisioneros de guerra, una política adoptada previamente por sus funcionarios cuando anunciaron la “evacuación” de sus tropas de Azovstal.
“Gracias a la actuación de los militares ucranianos, las Fuerzas Armadas de Ucrania, los servicios de inteligencia, el equipo negociador, el Comité Internacional de la Cruz Roja y Naciones Unidas, por salvar la vida de nuestros chicos. Entre ellos se encuentran los heridos graves, a los que se les está proporcionando ayuda médica”, subrayó el mandatario.
Zelenski recalcó que “Ucrania necesita héroes ucranianos vivos”.
Por su parte el Departamento de Inteligencia Militar del Ministerio de Defensa de Ucrania dijo en Telegram que el intercambio de esos militares “se llevará a cabo para repatriar a estos héroes ucranianos lo antes posible”, confirmando así que estaban bajo poder de Rusia.
Ucrania había anunciado ayer la “evacuación” de sus militares y confirmado que todos ellos habían sido trasladados a zonas controladas por Rusia, pero había evitado la palabra “rendición”, aunque luego la viceministra de Defensa, Ganna Malyar, dijo que los militares serían sometidos a un “procedimiento de intercambio”.
Las autoridades ucranianas dijeron la semana pasada que más de mil soldados ucranianos, 600 de ellos heridos, estaban dentro del complejo industrial, de manera que se aguarda que en las próximas horas continúe la rendición.
En el plano militar, mientras recrudecen los combates en el este, Rusia sorprendió con ataques con misiles contra un ramal de trenes de la región ucraniana de Lviv (oeste), en el distrito de Yavoriv, a unos 20 kilómetros de la frontera polaca, que no causó víctimas pero sí fuertes daños a la infraestructura ferroviaria, informaron autoridades locales.
Por su parte, el alcalde de Lviv (también conocida como Leópolis), Andrii Sadovi, precisó en su cuenta de Telegram que las ventanas de las casas adyacentes al lugar del impacto habían estallado por la onda expansiva, según reprodujeron medios locales.
Lviv ha sido además un lugar de tránsito para las decenas de miles de ciudadanos ucranianos que han querido abandonar el país y refugiarse en otras naciones de la Unión Europea, empezando por la vecina Polonia.
Fuente Ambito