
“Estamos muy feliz de estar acá, de poder ser parte de que la cultura siga permaneciendo en el tiempo, junto con lo que es el telar, que son décadas de que esto se ha mantenido, a través de nuestras abuelas”, comentó Daniela Ancao, una de las artesanas.
El tejido utilizó una tonelada de lana de oveja raza Dohne Merino, proveniente de Tierra del Fuego, la que fue lavada y teñida por la cooperativa de artesanas de la comunidad de Puren.
“Este es un pueblo que vive en razón de la naturaleza, en protección de la naturaleza y también por sus derechos estamos aquí, este es un derecho que nosotros tenemos, el derecho a la libre determinación, a la libre expresión de nuestras artes”, contó Ariel Traipi, presidente de la fundación Chilka, impulsora de la iniciativa.
Antes de comenzar con la actividad que fue de atracción para lugareños y la prensa internacional, los mapuches realizaron un tradicional ritual a la orilla del mar.
Fuente Ambito