La declaración se produjo después de que Estados Unidos anunciara la semana pasada que proporcionaría a Ucrania un sistema avanzado de misiles, HIMARS, con un alcance de 80 kilómetros, lo que le permitiría alcanzar suelo ruso. Kiev prometió usarlos solo dentro de su territorio invadido, para atacar detrás de la línea de frente de los combates.
Poco antes, en el día 102 de la guerra, el alcalde de Kiev Vitali Klitschko había informado de bombardeos producidos en la madrugada contra dos barrios de la ciudad, los primeros contra la capital ucraniana desde el 28 de abril. Rusia indicó que, con ese ataque, destruyó blindados entregados a Ucrania por países del este de Europa.
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“Misiles de alta precisión y de largo alcance disparados por las fuerzas aeroespaciales rusas sobre el suburbio de Kiev destruyeron tanques T-72 entregados por países de Europa del Este y otros blindados que se encontraban en hangares”, declaró el vocero del ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.
Una persona resultó herida, a la vez que estallaron las ventanas de varios edificios ubicados cerca de los objetivos.
Leonid, un residente local de 63 años, que trabaja en uno de los lugares bombardeados, aseguró que oyó tres o cuatro explosiones. “No hay ningún material militar ahí, pero ellos bombardean en cualquier lugar” dijo.
Vasyl, de 43 años, afirma haber escuchado cinco explosiones. “La gente tiene ahora miedo” aseguró, antes de apresurarse a volver a su casa.
Las autoridades ucranianas no identificaron los lugares precisos de las explosiones por razones de seguridad.
Entretanto, la guerra continúa en otros frentes, lo que hace temer su prolongación y mayores impactos sobre los precios internacionales de la energía y los granos, algo que amenaza ya con provocar una emergencia alimentaria mundial.
En el corazón de Severodonetsk, ciudad estratégica para el futuro del este de Ucrania, hay “combates callejeros” en momentos en que las fuerzas rusas ejercen todo su peso para controlar la región del Donbás.
Los rusos perdieron terreno en esta ciudad, afirmó ayer el gobernador regional.
“Los rusos controlaban cerca del 70% de la ciudad, pero durante los últimos dos días fueron repelidos. La ciudad está dividida en dos, tienen miedo de desplazarse libremente en ella”, declaró en Telegram Serguéi Gaidai, gobernador de la región de Lugansk, en parte controlada por los separatistas prorrusos desde 2014, y de la cual Severodonetsk es la capital administrativa ucraniana.
Según Gaidai, el general ruso Alexander Dvornikov “se vio fijado un objetivo: de aquí al 10 de junio tomar por completo Severodonetsk o controlar la ruta Lyssytchansk-Bajmut” que abrirá el camino hacia Kramatorsk, capital ucraniana de Donetsk, la otra provincia más grande del Donbás.
El ministerio ruso de Defensa había afirmado el sábado que las unidades militares ucranianas se retiraban de Severodonetsk “tras haber sufrido pérdidas críticas durante combates por esa ciudad (hasta 90% en varias unidades)” hacia Lyssytchansk, una urbe vecina.
Fuente Ambito