«Joder, llevo un año esperándoos». Así recibió Claudio Cuss en su piso de Poblenou (Barcelona) al puñado de agentes que entraron en su casa a detenerlo el pasado 20 de abril. Sabía que estaban tras sus pasos porque en noviembre de 2020 ya habían caído sus jefes, acusados de dirigir una trama internacional de tráfico ilegal de armamento pesado -la mayor descubierta no solo en España, sino también en Europa-, cuyo material bélico acababa en manos de los ‘señores de la guerra’ en África. Claudio, brasileño con pasaporte holandés y residente en España hace unos quince años, era supuestamente el conseguidor de la red. Tras la entrada en prisión de su jefe, el letón Aleksejs Dircenko, de 61 años, al… Ver Más
Fuente ABC