Por Burak Bekdil –Especial Total News Agency-TNA-
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, trata de convertir lo que parece ser el movimiento estratégico más importante de la historia de la OTAN en una compraventa de alfombras en el Gran Bazar de Estambul.
Una vez más, Turquía es el elemento perturbador en la OTAN. El caudillo islamista del país, Recep Tayyip Erdogan, trata de convertir lo que parece ser el movimiento estratégico más importante de la historia de la OTAN en una compraventa de alfombras en el Gran Bazar de Estambul.
El pasado día 13 Erdogan afirmó que Turquía no era “favorable” al ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN, sugiriendo así que Ankara podría vetar la admisión de esos dos países europeos en la alianza militar occidental.
Erdogan justificó su oposición aludiendo al supuesto apoyo de Suecia y otros países escandinavos a los militantes kurdos, a los que Ankara considera terroristas.
Esa denuncia no puede tomarse en serio.
Erdogan tiene la costumbre de llamar terrorista a todo aquel que no comparte sus ideas políticas y religiosas.