El auto redactado por el magistrado de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada, que el pasado 3 de junio concedía un permiso penitenciario a un etarra dejando por escrito que
no es requisito indispensable haber pedido antes perdón a las víctimas, puede abrir la puerta a decenas de presos de la banda terrorista que, en la misma situación, no conseguían que ni el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria ni la Sección Primera de la Sala de lo Penal autorizasen ese tipo de salidas, un escalón clave en el camino al tercer grado, la semilibertad. Fuentes de la Sala de lo Penal explican a ABC que se seguirá mirando caso por caso y que en el auto que firmaba De Prada,… Ver Más
Fuente ABC