LAS TUNAS, Cuba. — Escamoteando información, o vertiéndola a cuenta gotas, todavía el régimen está destilando datos de la zafra 2021-2022 que concluyó cuando las primeras lluvias de mayo hicieron intransitables los ya inhóspitos caminos cañeros. De tal suerte, y por un evento sobre derivados de la industria azucarera, este miércoles conocimos oficialmente lo que es vox populi: Cuba no puede cumplir con sus compromisos internacionales de exportación de azúcar porque el “sector está en crisis” y la zafra recién concluida es una de las peores de su historia.
Hurgando cifras cabe colegir que, quizás, la zafra de 2021-2022 sólo produjera algo así como 482 830 toneladas. Lo digo porque en diciembre el estatal Grupo Empresarial Azucarero (AZCUBA) informó en la llamada Asamblea Nacional del Poder Popular que el plan de producción era de 911 000 toneladas, pero finalizada la cosecha en mayo, el diario Granma, periódico oficial del PCC (Partido Comunista de Cuba), informó que el plan de producción de azúcar sólo se había cumplido al 53%. Y, siendo así, la producción de azúcar de Cuba en la zafra 2021-2022 es similar a la de la zafra de 1862, cuando la Isla produjo 454 758 toneladas, y menos de la cuarta parte de la producción azucarera cubana de hace 100 años, pues en la zafra de 1912 Cuba produjo 1 968 840 toneladas métricas de azúcar, producción para la que empleó 19 029 030 toneladas métricas de caña.
Respecto a las exportaciones de azúcar, otrora principal fuente de ingresos del país, en la citada conferencia de prensa de AZCUBA del pasado miércoles también se conoció que en la venidera zafra 2022-2023 solo molerán 26 centrales, los de mejores condiciones técnicas, y que la producción estará destinada a las necesidades domésticas, entiéndase el azúcar destinada a la industria alimenticia nacional y a la cartilla de racionamiento por la que se abastecen los poco más de 11 millones de cubanos.
Para Cuba y para los cubanos la agroindustria azucarera formó parte de su historia y de su folclor. Pero, vea el lector que utilicé un término en pasado, “formó”. Y es que, para la mayoría de los cubanos, jóvenes y viejos, incluso para los que viven de ellas, ya caña y azúcar no significan progresos, sino castigo. Y no es un sofisma, sino una realidad triste. Desde temprano en los años 60 del pasado siglo, cuando un empleado público o un militar era sancionado, la sanción consistía en enviarlo a un barracón “a picar caña”.
El martes 8 de febrero, en una reunión para analizar el comportamiento de la zafra, en la que participó el gobernante Díaz-Canel, el director de AZCUBA, Julio Andrés García Pérez, afirmó que “el primer problema que tenemos es un aspecto subjetivo, de disciplina, que se refleja en los números”. Según dijo Julio García en aquella oportunidad, con los medios que contaba AZCUBA “hoy podemos estar entregando un 8% o un 9% más de tarea (la producción de corte y transporte de caña), lo que equivaldría a poner 80 000 toneladas de caña (en los centrales) por día y no lo logramos”. El directivo adelantó para esa fecha que ya 12 centrales no cumplirían el plan de producción de abril por indisciplinas en la cosecha, por lo que cabe preguntar: ¿Por qué los operadores de las cosechadoras cañeras, los tractoristas, los camioneros y en suma todas las personas, mujeres y hombres que intervienen en el corte y transporte de la caña hacia los centrales azucareros son “indisciplinados”?
Antes de 1959, el municipio Puerto Padre contaba con unas 14 000 caballerías de tierra arable —aunque hoy cientos de ellas están cubierta de marabú—, de las cuales unas 10 000 estaban dedicadas al cultivo de la caña de azúcar. En 1910, junto al río Chorrillo, fue iniciada la construcción del otrora central Delicias, (luego de su expropiación llamado “Antonio Guiteras”) que comenzó su primera zafra el 15 de enero de 1912 para sólo diez años después, en la zafra de 1922, convertirse en el primer central productor de azúcar de caña del mundo, al producir 157 055 toneladas métricas, equivalentes a 1 046 493 sacos, récord mundial que sobrepasaría en la zafra de 1952, cuando produjo 1 383 653 sacos de 325 libras, algo así como 207 229 toneladas.
Pero en la recién finalizada zafra, el central Guiteras no llegó a producir ni 30 000 toneladas, cuando hace 110 años, en 1912, que fue su primer año de molienda, el otrora central Delicias produjo más de 27 000 toneladas de azúcar en una zafra corta, de apenas 90 días, pues, recuérdese, que inició su proceso fabril el 15 de enero de 1912 y detuvo sus máquinas en abril.
De cómo hombres dotados con mochas y machetes cortaban la caña temprano en la mañana y con bueyes, tractores, carretas y camiones la llevaban a los transbordadores (grúas-básculas) para luego, por la vía del ferrocarril, hacerla llegar fresca al central, “disciplinadamente”, estaremos comentando en el próximo artículo.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.
Fuente Cubanet.org