La iniciativa pretende constituirse como una respuesta a las grandes obras financiadas por China en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
La Asociación Mundial para la Infraestructura (“Partnership for Global Infrastructure”) debe, según la misma fuente, “suministrar infraestructuras de calidad sustentables”.
El G7 “se dio como ambición hacer en el mundo una mejor oferta en materia de inversión en las infraestructuras”, subrayó el canciller alemán Olaf Scholz, quien presentó el proyecto al lado del presidente estadounidense.
Estados Unidos, prometió “movilizar” unos “200.000 millones de dólares” en cinco años para ese programa. Pero esa palabra, “movilizar”, no significa que los Estados aportarán esas enormes sumas.
Más allá del encuentro de las siete democracias más ricas -Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido-, Biden pone ya la mira en la cumbre que realizará la OTAN en Madrid entre mañana y el jueves. En ella, Washington confía en que el nuevo documento de estrategia de la Alianza Atlántica incluya una posición “firme” sobre China, dijo ayer un funcionario de la administración demócrata, quien agregó que las negociaciones sobre cómo referirse a Pekín aún estaban en curso.
La alianza militar está trabajando en la preparación de un nuevo concepto estratégico, un documento que establece sus objetivos y valores, que se presentará en una cumbre en Madrid.
“Hablaron sobre China, que va a ser un tema amplio para este viaje”, dijo el funcionario después de una reunión entre el presidente Joe Biden y el canciller alemán, Olaf Scholz, en el marco de la cumbre del G7.
Más allá de esto, el tema excluyente de la reunión del G7 es la invasión de Rusia a Ucrania. Los líderes abrieron ayer la cita con el anuncio de nuevas sanciones contra Moscú y llamaron a la unidad del grupo, la que, sin embargo, exhibió matices.
“Unido, el G7 anunciará que prohibiremos el oro ruso, una de las principales fuentes de exportación, lo que privará a Rusia de miles de millones de dólares”, tuiteó el presidente estadounidense.
A la espera de un anuncio colectivo al final de la reunión de mañana, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Japón se adelantaron y anunciaron un embargo sobre el oro recién extraído en Rusia, encontrando reticencia en los países de la Unión Europea.
“Estas medidas golpearán directamente a los oligarcas rusos e impactarán en el centro de la maquinaria de guerra de Putin”, declaró el primer ministro británico Boris Johnson.
Rusia es un importante productor de oro cuyas exportaciones representaron cerca de 15.500 millones de dólares en 2021, según Downing Street.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, participará hoy de manera telemática. Este sigue presionando por un mayor envío de armamento occidental para hacer frente al ataque, algo en lo que Biden insistirá en sus contactos con Scholz.
Límite
Otro momento que puso de manifiesto las diferencias entre los países del grupo se produjo cuando el primer ministro británico, Boris Johnson, advirtió al presidente francés, Emmanuel Macron, contra un intento de encontrar una solución negociada a la guerra.
Los dos dirigentes, que se reunieron al margen de la cumbre, acordaron que el actual es “un momento crítico para la evolución del conflicto y que es posible cambiar el rumbo de la guerra”, indicó un portavoz del Gobierno británico.
Johnson y Macron pactaron también “reforzar” el apoyo militar a Kiev frente a Rusia, que inició una invasión de la exrepública soviética el 24 de febrero, según la misma fuente.
“El primer ministro subrayó que cualquier intento de arreglar el conflicto ahora solo causaría más inestabilidad y le dará a Putin el derecho de manipular a países soberanos y a los mercados internacionales para siempre”, agregó.
Johnson “está preocupado porque algunos comentarios sugieren que a Ucrania le convendría intentar negociar ahora y renunciar a su soberanía en algunas partes del este a cambio de la paz”, explicó a los periodistas. “Eso no sería bueno”.
Al contrario de Macron, Johnson rechaza cualquier diálogo con Putin, que califica de “dictador” desde el inicio de la invasión. Con todo, el portavoz del primero trató de descomprimir la situación al señalar que esos comentarios no apuntaron hacia Macron en particular.
Fuente Ambito