“La educación en la Argentina empezó a decaer en 1970. Desde entonces, el sistema escolar se degrada; son muchas las generaciones que no tienen un secundario terminado”, dice a este diario Marta Zaporowski, autoridad en temas pedagógicos, doctora en Sociología, especializada en Epistemología y Metodología de la Investigación. “Por esos tiempos yo hacía capacitación empresaria. Las grandes empresas crearon para sus obreros una escuela primaria, con un plan de dos años, y secundaria, con un plan de tres, hasta que en 1986 Alfonsín creó la Dinea, Dirección Nacional de Educación para Adultos. En ese entonces ya había un millón y medio de chicos fuera del sistema educativo, repetidores y desertores. A mediados de los 90 yo creé la primera secundaria para chicos repetidores, y en 2000 la crisis obligó a cerrarlas todas. Hoy, la cantidad de chicos desescolarizados se duplicó a tres millones”.