Por Guillermo Tiscornia*
Informe de admisibilidad n°69/2022 aprobado por la Comisión Americana de Derechos Humanos ( CIDH)
Actividad fraudulenta y prostituyente desplegada en el Consejo de la Magistratura y encubierta por la Corte Federal Argentina.
La Comisión Americana de Derechos Humanos ( en adelante CIDH) aprobó el informe de admisibilidad n°69/2022 luego que el señor juez de Cámara doctor Ignacio Rodríguez Varela se viera forzado a acudir en su propia protección jurídica a la instancia supranacional a partir de sistemáticas prácticas discriminatorias de las fuera víctima en la Comisión de Selección del Consejo de la Magistratura Federal a lo largo de mas de diez años, específicamente mientras que en el devaluado organismo gravitara el factor kirchnerista.
En efecto el doctor Rodríguez Varela participó de 36 de concursos públicos en sus mas que legítimas aspiraciones de progresar en su destacada trayectoria judicial; se recuerda que se desempeñó en calidad de colaborador directo del señor Fiscal doctor José María Campagnoli donde tuvo una actuación mas que destacada.
De demostrada versatilidad intelectual y mas que sólida versación y formación jurídica el doctor Rodríguez Varela fue objeto de sistemáticas prácticas discriminatorias por parte del Consejo de la Magistratura por el solo hecho de portar su propio apellido.
El “pecado capital” del doctor Ignacio Rodríguez Varela fue ser hijo del doctor Alberto Rodríguez Varela, (fue ministro de justicia)recordado por su profusa actividad doctoral y académica en la Cátedra de Derecho Político de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Pontificia Universidad Católica Argentina.
Quien suscribe, allá por el año 1976, tuvo el enorme placer de haber sido alumno del profesor doctor Alberto Rodríguez Varela, quien -además- se desempeñó en aquellos años setenta en calidad de titular de la cartera de Justicia del Gobierno Nacional.
Así por ser hijo de “un represor de la dictadura de Videla” al llegar la etapa de la denominada “ entrevista final” en el devaluado y paquidérmico organismo el doctor Ignacio Rodríguez Varela pese a haber obtenido en la prueba de oposición de antecedentes altísimas calificaciones era descendido por arte de magia desde el primer lugar en la terna hacia el sexto o séptimo lugar.
Bajo el artilugio consumado en esa verdadera trampa urdida con la denominada “entrevista final” se consumó la sistemática discriminación a la que fue sometido a lo largo de más de una década el doctor Ignacio Rodríguez Varela; el pretexto montado era que: “no daba el perfil de lo que se espera de un magistrado en un régimen democrático”.
Bajo ese mecanismo decididamente fraudulento el doctor Ignacio Rodríguez Varela vio arbitrariamente postergadas sus mas que legítimas aspiraciones para progresar en su carrera judicial hasta que bajo la gestión del Presidente Mauricio Macri y resultando por entonces mas que harto evidente el montaje de tales prácticas discriminatorias el doctor Ignacio Rodríguez Varela accedió por sus propios merecimientos al cargo que hoy ocupa y desempeña en su destacada carrera judicial; el de juez de Cámara del Crimen en la Capital Federal.
Nuevamente la CIDH pone el foco en la actividad mas que fraudulenta y prostitiuyente desarrollada históricamente por el Consejo de la Magistratura ( ver informes de admisibilidad nros. 56/16 doctor Luis Leiva, y 104/17 doctora Mirta Torres Nieto).
“El Consejo de la Magistratura es el botín de la política y el caballo de Troya de la Justicia” ( profesor doctor Alberto Bianchi, Seminario, Universidad Católica Argentina.
La actividad fraudulenta y prostituyente desarrollada históricamente por el Consejo de la Magistratura se corrobora a partir de dos formidables editoriales del periodista Carlos Pagni de La Nación , a saber: “El “indulto” a Canicoba Corral, bajo la sombra de un pacto del 13 de mayo de 2020”, y “Se reactiva un viejo pacto para nombrar jueces amigos del kirchnerismo” ”Fisuras en el bloque opositor del Consejo de la Magistratura” ( 18/12/2020.
No sin soslayar que dicha actividad fraudulenta y prostituyente fue inocultablemente encubierta por la Corte Federal Argentina la cual obturó las vías recursivas articuladas en defensa de sus derechos por el doctor Ignacio Rodríguez Varela, cuyo único y exclusivo “pecado” consistió en ser hijo del profesor doctor Alberto Rodríguez Varela.
No en vano la República Argentina va en la vanguardia en materia de trasgresiones a garantías convencionales de todo tipo y color; y así la responsabilidad del Estado Argentino fue declarada en ocasión de múltiples pronunciamientos de condena recaídos en la misma CIDH ( “Cantos”, “Bayarri”, “ Bulacio”, “ Espósito”, “ Derecho”, “ Gutiérrez”, “Verbitsky” “Kimel”; “ Fontevecchia”, “ D’Amico”, “Posadas”, “Romero Feris”, “Jenkins”, “ Pontoriero”, “ Fernández Prieto”” etc. etc.).
Queda mas que claro acerca de la multiplicidad de casos en que se hubo ya verificado la participación decisiva de la Corte Federal argentina a partir de la cual el Estado Argentino fue declarado internacionalmente responsable al haberse convalidado todo tipo de tropelías que derivaron en el avasallamiento sistemático de todo tipo de garantías convencionales en perjuicio de ciudadanos argentinos.
Nuevamente el fraudulento y prostituyente Consejo de la Magistratura con el aval de la Corte Federal Argentina han efectuado un inestimable aporte a efectos de que el Estado Argentino nuevamente sea colocado en grave riesgo de responsabilidad internacional ante el sistema interamericano de derechos humanos.
Guillermo J. Tiscornia
Ex juez en lo Penal Económico
guilletisco@hotmail.com