Por Oksana Dramarétska*
Los colores de la bandera de Ucrania, azul y amarillo, provienen del escudo de Galicia-Volhynia, un estado monárquico medieval en Europa del Este que existió en los siglos XII-XIII, siendo el heredero de la Rus de Kyiv.
Existe una interpretación popular según la cual el azul simboliza el cielo (lo que coincide con la interpretación tradicional de los colores heráldicos) y el amarillo representa una espiga o un campo de trigo. En Ucrania decimos que nuestra bandera ilustra un campo de trigo que alcanza hasta el horizonte encontrándose con el cielo. Una vista bastante común que se puede contemplar mientras uno viaja por Ucrania.
Pero hoy la bandera de Ucrania esta manchada de rojo y la franja amarilla está en llamas por que las tropas rusas están quemando nuestros campos de trigo con bombardeos, robando nuestros cereales y deliberadamente destruyendo el sector agroalimentario ucraniano.
Ejemplo №1: un caso particularmente atroz fue el del barco ruso Zhibek Zholy, que a inicios de julio intentó transportar grano robado desde la ciudad ucraniana ocupada Berdyansk hasta el puerto turco de Karasu. Gracias a la pronta intervención de las autoridades competentes de Ucrania, este buque no pudo descargar los bienes robados.
Ejemplo №2: la granja avícola más grande de Europa, Chornobayivska, en la región de Jerson está completamente desenergizada a causa de las hostilidades rusas y la producción se detuvo por completo. Más de 4 millones de pollos adultos y alrededor de 700,000 aves jóvenes murieron sin la posibilidad de utilizarlos. Ejemplos como estos sobran, todos respaldados por foto y video evidencias, imagines satelitales etc.
Ucrania se ha convertido en uno de los mayores proveedores de alimentos como aceite de girasol, trigo y maíz para los países de bajos ingresos de todo el mundo, así como para las organizaciones internacionales de desarrollo.
Según los datos del USDA, las exportaciones de Ucrania comprenden más del 10% de todo el trigo, el 14% de todo el maíz y el 47% de todo el aceite de girasol del mundo.
De acuerdo con la perspectiva de los mercados de productos básicos del Banco Mundial, muchos alimentos experimentarán aumentos pronunciados en sus costos. El índice de precios de los alimentos de la ONU ya muestra que están en su punto más alto desde que comenzaron los registros hace 60 años.
Mientras los rusos están ocupados “desmintiendo” de manera infantil su responsabilidad directa por invadir un país soberano e independiente, con todas las consecuencias que esto implica, la guerra de Rusia contra Ucrania está creando una crisis alimentaria mundial que podría traer graves consecuencias políticas y económicas.
Los expertos destacan que más de 400 millones de personas en el mundo dependen del suministro de cereales de Ucrania. La población de la mayoría de estos países sufre tradicionalmente escasez de alimentos e incluso hambre.
El bloqueo ruso de los puertos marítimos de Ucrania es la única razón por la que se cortan las cadenas mundiales de suministro de alimentos. Los países desarrollados aumentan sus existencias, muchos países limitan el comercio en un contexto de incertidumbre. Como resultado, los precios aumentan aún más y aumenta el riesgo de hambre en los países más pobres.
Ucrania hace todo lo posible para exportar alimentos por ferrocarril, carreteras, ríos y lo que tengamos disponible. Antes de la guerra, Ucrania exportaba mensualmente de 5 a 6 millones de toneladas de productos agrícolas. El 90% de este volumen se exportó desde puertos marítimos en el Mar Negro y el Mar de Azov.
Rusia está cometiendo terrorismo alimentario al destruir deliberadamente nuestra infraestructura agrícola y robar el grano y la maquinaria agrícola de Ucrania.
Los ataques con misiles de las tropas rusas dañaron y destruyeron muchas granjas, existencias de alimentos y semillas, silos, almacenes, depósitos de petróleo, maquinaria y equipos agrícolas.
Desde el comienzo de la guerra, el ejército ruso ya ha destruido los seis elevadores de granos más grandes de Ucrania.
Los ocupantes rusos están robando cereales de los territorios ocupados temporalmente en las regiones de Luhansk, Donetsk, Jerson y Zaporizhzhia. Se registran los hechos de que los militares rusos han robado ya hasta 400 mil toneladas de cultivos de cereales, que es casi un tercio de las existencias que quedan allí para las necesidades de siembra y consumo interno.
Barcos bajo la bandera de Rusia ya transportan a Siria el grano que fue robado en Ucrania. Además, existe un riesgo significativo de que los rusos empiezan a enviar las existencias de cereales a Rusia atreves de la Crimea ocupada.
Cualquier intento de desviar nuestra atención de los problemas que son implicaciones de las continuas violaciones de Rusia, cualquier intento de equipararlos con la causa raíz solo ayudaría a Moscú a utilizar aún más las exportaciones de alimentos como arma. Ucrania, a su vez, hace todo lo posible para asegurar el potencial de exportación del país en la mayor medida posible para garantizar que aquellos que dependen de nuestras exportaciones no sufran hambre. Hay varias opciones para este fin.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que condene las acciones de Rusia, exija la retirada de sus tropas de Ucrania y el fin de los bloqueos de los puertos ucranianos, refuerce las sanciones económicas para detener la agresión armada contra Ucrania y evitar una mayor catástrofe humanitaria y el empeoramiento del hambre mundial.
Advertimos a los países consumidores que no compren cereales ucranianos robados. Los envíos exportados por Rusia podrían contener grano robado obtenido como resultado del saqueo de las autoridades de ocupación rusas. Supervisaremos todos los envíos ilegales de cereales que se exporten desde Ucrania. Cualquier país que a sabiendas compre grano robado se considera cómplice del delito.
También hemos abordado con el Programa Mundial de Alimentos la posibilidad de comprar los excedentes de cereales disponibles en Ucrania, con el fin de proporcionar alimentos a África y Oriente Medio, y así prevenir el hambre en estas regiones, aunque el problema de los puertos marítimos ucranianos bloqueados sigue siendo un problema por resolver.
El Kremlin está utilizando el hambre como táctica que busca borrar la identidad ucraniana y como otra estrategia para chantajear el mundo.
En los años 1932-1933 Ucrania sufrió el Holodomor, la hambruna artificial causada por el régimen de Stalin que cobro aproximadamente 8 millones de vidas ucranianas, reconocida oficialmente como genocidio del pueblo ucraniano por 19 países, incluido México. 90 años después del Holodomor sabemos muy bien de lo que hoy en día es capaz el régimen criminal de Putin al usar el hambre como otra arma en su arsenal malicioso.
Si alguien aún tiene ilusiones acerca de las verdaderas intenciones de Rusia, hay que entender algo muy simple, pero crucialmente importante: si al Kremlin no le importa su propio pueblo, aun menos les importará el destino que sufra la población del planeta.
*Oksana Dramarétska es embajadora de Ucrania en México.