
En un denso discurso, el expresidente del Banco Central Europeo cuestionó directamente a los partidos de su amplia coalición -que incluye desde la derecha hasta la izquierda-: “La única forma de avanzar si queremos permanecer juntos es reconstruir un pacto con valentía, desinterés y credibilidad”, propuso.
“¿Ustedes, partidos y parlamentarios, están listos para reconstruir ese pacto? ¿Están listos para confirmar ese esfuerzo que hicieron durante los primeros meses y que luego se debilitó?”, preguntó Mario Draghi. “No me deben dar la respuesta a esa pregunta a mí, sino a todos los italianos”, dijo.
El primer ministro expuso los desafíos internos (recuperación económica, inflación, empleo) y externos (independencia energética, guerra en Ucrania) a los que se enfrentan Italia y Europa, los cuales “requieren de un Gobierno verdaderamente fuerte y unido y de un Parlamento que lo acompañe con convicción”, subrayó.
Mensaje al Movimiento 5 Estrellas
Mario Draghi, que admitió haber recibido numerosas presiones para seguir en el cargo, envió un gesto a los antisistema del M5S, que le retiraron el apoyo la semana pasada a un decreto-ley clave, al referirse a la introducción de un salario mínimo, uno de los temas que desata fuertes disputas en la coalición.
“Es importante para reducir la pobreza aunque se puede mejorar”, recalcó en una suerte de apertura.
Sin embargo, el prestigioso economista culpó a las disputas internas y el “deseo de distinguirse” de algunos partidos, en alusión a los antisistema del Movimiento 5 Estrellas, de minar la confianza en su gobierno.
“Un primer ministro que no ha sido elegido debe contar con el apoyo más amplio posible. La unidad nacional es la garantía”, dijo. Mario Draghi fue invitado en 2021 a asumir el ejecutivo de Italia en plena crisis por la pandemia del Covid-19.
“No votar la moción de confianza a un gobierno es un gesto claro. No es posible ignorarlo. No es posible minimizarlo porque llega después de meses de golpes y ultimátums”, confesó.
Una crisis con efecto dominó
Una eventual caída del gobierno de unidad en Italia podría desatar una ola de malestar social ante la inflación galopante, amenazar el gigantesco plan de recuperación financiado por la Unión Europa y alimentar el nerviosismo de los mercados.
Según las encuestas, la mayoría de los italianos desean que Mario Draghi siga en el cargo, una de las razones por lo que ha dado marcha atrás y no confirmó su renuncia.
El primer ministro deberá comparecer el jueves ante la Cámara de Diputados, según el método decidido por la república parlamentaria.
Después de abierto el debate, en el que cada partido ilustrará su posición, una moción de confianza definirá con cual mayoría cuenta para seguir o no gobernando.
El mayor partido de izquierda, el Partido Democrático (PD) confirmó su total apoyo a Mario Draghi.
Persisten las dudas sobre la actitud de Forza Italia, el partido de derecha liderado por el ex primer ministro Silvio Berlusconi, y la ultraderechista Liga, del populista Matteo Salvini, los cuales se niegan a permanecer en el gobierno junto con los antisistema.
Para la agencia calificadora Fitch “la incertidumbre” política es lo que dificulta las reformas estructurales y fiscales que necesita el país.
Fuente Ambito