Al respecto, se citó el caso del hijo de Kat DeLancy, Ronan, que presentó primeramente síntomas de dolor de panza y zarpullido en un ojo.
Luego el bebé, nacido en Connecticut, mostró cansancio y falta de apetito, por lo que fue llevado a una guardia, donde más tarde empezó a convulsionar.
Cuatro días después, tras una batería de análisis y exámenes que revelaron que Ronan tenía una importante inflamación en parte del cerebro, y que se trataba de Parechovirus.
Este patógeno común suele ser asintomático o a lo sumo provocar síntomas leves, parecidos a los de un resfrío. Finalmente el niño falleció, 34 días después de su nacimiento.
La semana pasada, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) emitieron una alerta sanitaria notificando a médicos, enfermeras y departamentos de salud pública que el virus “ha estado circulando a nivel nacional desde mayo”.
Por ello, instaron a los médicos a considerarlo como un posible diagnóstico para cualquier bebé con fiebre inexplicable, convulsiones o síntomas similares a la sepsis.
Los síntomas
Esos síntomas son muy parecidos a los de un resfrío común: dolor de garganta, tos, congestión nasal, mocos y estornudos. Otros síntomas frecuentes del Parechovirus son fiebre, náuseas, vómitos, diarrea y sarpullido viral, conocido como exantema.
La mayoría de las veces, el Parechovirus tiene síntomas muy leves. Los casos graves son muy poco frecuentes. A veces se registra una severa inflamación del abdomen.
Los más expuestos a un cuadro grave de Parechovirus son los bebés menores de tres meses, y especialmente los menores de un mes, porque esos niños todavía no desarrollaron inmunidad contra el virus, que se contagia tanto a través de superficies contaminadas como por aire.
Fuente Ambito