Por Virginia Messi
El secuestro de 196 kilos de cocaína en las costas de Bahía Blanca se conecta con otros dos hechos y un modus operandi: las lanchas que contaminan los buques mercantes en puerto.
Caso uno: el pasado jueves 30 de junio la Prefectura secuestró seis bolsos con 170 kilos de cocaína flotando frente a las costas de Coronel Rosales (a unos 30 kilómetros de Bahía Blanca). Poco antes un pescador había alertado sobre un bote semirrígido abandonado en la zona, sin tripulantes.
Semanas despues, el 18 de julio, otros 26 kilos de cocaína fueron encontrados en el mismo área, semienterrados y adentro de un un bolso.
Caso dos: unos dos meses antes del episodio de Bahía Blanca, el jueves 28 de abril, Prefectura secuestró 78 kilos de cocaína dentro de un contenedor que iba a viajar a Bélgica a bordo del buque “Gran Buenos Aires”. El barco estaba en el puerto de Campana y el caso llamó la atención por dos detalles: colgando de la cubierta hacia el agua se encontró una soga con un gancho, además el contenedor donde estaba la cocaína tenía el precinto roto.
Las bandas meten la droga por el mar y luego la almacenan en los containers.
Caso tres: la mañana del viernes 15 de octubre de 2021 dos hombres fueron rescatados de las aguas del Río de la Plata, a la altura de Ensenada, en la zona de la rada de La Plata. Uno de ellos era el ex saxofonista de Los Cadillacs Ignacio Pardo, conocido como Naco Goldfinger: su lancha tipo Tracker había naufragado. Poco después se encontró el cuerpo de un tercer tripulante, que murió ahogado y, flotando cerca de él, un bolso con 33 kilos de cocaína.
Los tres casos, además de implicar el tráfico de cocaína, aportan a una pista común: la sospecha de que las bandas de narcos locales están empezando a usar embarcaciones rápidas para llegar hasta los buques mercantes fondeados en los puertos. Una vez hecho el contacto y, con la ayuda de empleados infieles de la tripulación, se iza la droga a cubierta para que cruce el océano escondida.
Un método sencillo, casi sin gastos de logística, que ya es muy común en Europa donde las lanchas rápidas (algunas muy imponentes) son las encargadas de recibir la carga de los buques y llevarlas hacia su destino de acopio usando las playas de Cádiz o Marbella, por ejemplo.
El bolso con droga encontrado a la deriva. Foto Infocielo
Según la Policia Española eso es lo que pasó con el velero “Thorben”, que llegó al puerto de Bajadilla en Marbella (España) el 14 de abril de 2020. Iba con una tripulación completamente argentina y una tonelada y media de cocaína, hallada dias después en la localidad de San Pedro Alcantara.
La Justicia de Marbella -que puso en la mira a dos empresarios argentinos- sostiene que del velero la droga fue bajada en lancha.
Uno de esos empresarios, Dario Pereyra -hoy con pedido de detención por los 1500 kilos de cocaína relacionados con el velero “Quo Vadis”, secuestrado en Tigre- había sido denunciado por un anónimo en 2018. Por eso se inició una causa en Necochea, de donde es oriundo.
“Pereyra está preparando un cargamento de 2000 kilos de cocaína que saldrán desde Tigre hacia Marbella, España. Saldrán en lanchas hasta alta mar y allí viajarán en barco. Las lanchas suelen salir desde Rosario”, dijo el “denunciante anónimo”.
Encuentran cerca de 140 kilos de cocaína en bolsos flotando en la costa de Bahía Blanca.
En España sobran los ejemplos (y también los videos caseros) que muestran cómo los narcos mueven a su antojo la cocaína por la “Costa del Sol” en lanchas o botes semirrígidos de ultima generación. Los controles policiales son constantes pero aun así las lanchas rápidas tienen todas las de ganar. Si los traficantes se ven cercados se estrellan contra las playas y salen corriendo.
Gomones, semirrígidos, lanchas rápidas. Todo al servicio del narcotráfico. la contaminación de carga de los buques mercantes no es nueva ni en el mundo ni en Argentina, donde desde hace años se detectan casos de “Rip off” o “Gancho Ciego”: el método consiste en meter cocaína en los contenedores de los buques vulnerando el sistema de precintos.
Lo que parece novedoso en Argentina, lo que recién ahora se esta empezando a ver por estas tierras, es que esta contaminación se hace en el agua y con un método tan simple como una soga a la que se ata la droga para subirla al buque.
Eso es lo que muestran los casos de Campana, La Plata y Bahía Blanca.
Encuentran cerca de 140 kilos de cocaína en bolsos flotando en la costa de Bahía Blanca.
Cocaína flotante
El camping “El Pajarito” en Ensenada, es muy muy modesto, pero tiene una cosa a favor: tiene un acceso directo al Río de la Plata. De allí, durante la medianoche del 14 de octubre de 2021, salió una lancha rápida con tres tripulantes: Alfredo Pardo (56 ), Leonardo Gastón Minin (41) y Carlos Ariel Cammarota (45).
Cammarota estaba prófugo desde marzo cuando se escapó de Las Casitas (Lomas de Zamora) y “Naco” gozaba de libertad condicional, ambos habían compartido encierro en 2019 y 2020 en el penal de General Alvear.
Según la reconstrucción de Prefectura, se metieron al agua a las 0.30 del viernes 15 en medio de fuertes vientos y un oleaje muy alto y desparejo que había dejado el paso del tormentón de la noche del jueves. ¿Por qué lo hicieron?, ¿qué los motivo a afrontar una situación de riego, al punto de que uno de ellos, Cammarota, terminó ahogado?
Para la Justicia no cabe duda que el grupo tenía que cumplir una cita en la Rada de La Plata. Su plan era pasarle un bolso con cocaína a los tripulantes de un buque mercante que estaba por partir hacia Europa. No podía haber postergaciones. Tenía que ser esa noche. Por eso se aventuraron a un Río de la Plata que los venció.
Prefectura rescató a dos náufragos en el Río de La Plata a la altura de Ensenada. También encontraron a una persona muerta y un bolso con cocaína.
La Prefectura tiene la teoría de que el plan original debía cumplirse en el puerto de Campana. Pero como esa zona está mucho mejor controlada que La Plata se optó por hacer el encuentro a la altura de Ensenada. En los teléfonos celulares secuestrados en el caso hay más de una pista sobre cuál habría sido ese buque. Y dicen los que saben que una y otra vez se repite el nombre de la misma empresa naviera.
El viento y las mareas no son para cualquiera y eso les jugó en contra a los narcos responsables de los casi 200 kilos encontrados en dos tandas en Bahía Blanca.
En este caso la hipótesis es que la droga llegó al lugar por tierra y los traficantes dejaron la cocaína en la costa para “enfriarla” y luego llevarla hasta el buque que pensaban contaminar. Por eso se encontró un semirrígido abandonado.
Acorralada, la embarcación se estrelló contra una playa de Cadiz.
Pero la marea de Bahía Blanca suele superar las medias de otras zonas y al parecer cuando los narcos fueron a buscar el cargamento se encontraron con que lo había tapado el agua.
La principal pista a punta a un grupo de ciudadanos paraguayos. Es más, el run run paralelo a la causa judicial sostiene que, por su error, el responsable de perder la carga fue secuestrado, ajusticiado y entregado a los cangrejos. Los que cuentan esta historia apuestan a que el cuerpo nunca aparecerá.
Puede que esto sea verdad, puede que sea mentira. Incluso que se convierta en un mito de la zona. Lo que es cierto es todo indica que las narcolanchas llegaron para quedarse.
GL
Fuente Clarin