Por Facundo Chaves
El gobernador Morales le dijo a Carrió que era “la Cristina Kirchner de Juntos por el Cambio”. Anoche hablaron y sellaron la paz. La discordia se disparó por la relación con el ministro de Economía, quien está enfocado más en el orden de las cuentas públicas que en romper la unidad de la oposición
El chat secreto de Morales a Carrió que sacudió a la oposición
Por Facundo Chaves
El gobernador Morales le dijo a Carrió que era “la Cristina Kirchner de Juntos por el Cambio”. Anoche hablaron y sellaron la paz. La discordia se disparó por la relación con el ministro de Economía, quien está enfocado más en el orden de las cuentas públicas que en romper la unidad de la oposición
La filtración de un chat que debía ser secreto entre el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y la fundadora de Cambiemos, Elisa Carrió, sacudió la frágil tregua que habían acordado los principales líderes de la coalición opositora.
Después de una semana horribilis para la oposición por la interna a cielo abierto, la discordia reapareció tras la difusión del mensaje que el mandatario provincial y presidente de la UCR le mandó el miércoles pasado: “Sos la Cristina Kirchner de Juntos por el Cambio”, le dijo en un WhatsApp que la ex diputada asegura que no leyó hasta que Infobae lo publicó la noche del domingo.
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La Mesa Nacional de Juntos por el Cambio se reunirá el 24 de agosto y buscan dejar atrás las internas.
La revelación del contenido de ese chat explosivo fue, al parecer, la “devolución” de los sectores que fueron blanco de las ácidas críticas de Carrió. Son intrigas que revelan -además de la desorientación y falta de un liderazgo que contenga las tensiones en JxC- las dificultades que podrían tener para ejercer el poder si, como anticipan las encuestas, ganan las elecciones del año que viene.
El último monitoreo de opinión pública que elaboró Management & Fit, la consultora que dirige Mariel Fornoni, revela que el 55,8% de los encuestados está inclinado a votar a una propuesta electoral opositora al actual gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Si bien es un porcentaje alto, es menor que el 57,1% registrado el mes anterior. ¿Es una tendencia o una alerta para los opositores que descuentan una derrota del oficialismo en 2023?
Más allá de ese interrogante sin respuesta, Juntos por el Cambio mostró en los últimos días, con las declaraciones de Elisa Carrió y las reacciones que se produjeron tras eso, un nivel de disputas tan sorpresivo como peligroso para la unidad que será una condición necesaria -aunque no suficiente- para ganarle al oficialismo.
La dirigente lanzó fuertes cuestionamientos por la supuesta existencia de acuerdos subterráneos con Sergio Massa, el nuevo ministro de Economía que ocupó el centro de la escena del gobierno nacional y que está enfocado, según pudo saber Infobae, más en encontrar un ordenamiento fiscal y en organizar la previa del viaje a Estados Unidos que ocupado en romper la unidad de la oposición.
Sergio Massa, cuando era diputado, y Morales (el segundo de la derecha)
Una filtración irritante
Carrió mantuvo anoche un extenso diálogo telefónico con Infobae en el que dio su versión sobre la interna de JxC, a la vez que buscó limitar el número de casualties que dejó su última embestida. La conversación ocurrió después del inmenso impacto que generó la revelación del chat que le mandó el gobernador jujeño y también presidente de la Unión Cívica Radical, que pretendió -sin éxito- ser reservado. De hecho, escaló a tal nivel que hubo un diálogo entre ellos para terminar de sellar una tregua que sea menos precaria e inestable.
“Lo que dije fue preventivo. Les estoy diciendo a los que estén cerca que se separen. Estoy salvando a Juntos por el Cambio porque Massa quiere darnos el abrazo de oso y, si le llega a ir mal y se hunde, va a terminar llevándose con él la mitad de Juntos por el Cambio”, explicó a minutos de la medianoche.
El mensaje que se publicó anoche había sido enviado el miércoles, después de que la verba flamígera de la ex diputada mencionara al mandatario de Jujuy. El señalamiento fue por su vínculo -inocultable, personal y político- con el ministro de Economía. La frase más estridente que mandó un irritado Gerardo Morales fue que Elisa Carrió era la Cristina Kirchner de la oposición. Por lo divisiva, claro.
La reacción fue por la interpretación de que Carrió lo estaba sumando a un pelotón de dirigentes a los que acusa de tener acuerdos con el líder del Frente Renovador. Cayeron bajo sus admoniciones Cristian Ritondo, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó y Nicolás Massot. Más allá de no adherir a ninguna de las críticas sobre sus colegas de Juntos por el Cambio, Morales envió en ese mensaje un detalle de su gestión como responsable provincial de la explotación minera en Jujuy. “No vas a manchar mi nombre ni mi gestión que es transparente y transformadora. No te lo permito. Queres romper juntos por el cambio. Sos la Cristina Kirchner de JxC”, le mandó. El WhatsApp salió el miércoles y Carrió jura que no lo leyó hasta anoche.
“A Gerardo lo conozco hace más de 25 años. Se enoja y dice cualquier cosa, pero creo que es porque duerme mal”, bromeó Carrió, en referencia a la beba que tuvo hace casi un año con su esposa, Tulia Snopek. “Si algo no soy es Cristina Kirchner, porque yo no quiero romper JxC, quiero la unidad, pero tiene que ser sobre la base del panrepublicanismo, no del panperonismo”, explicó la líder de la Coalición Cívica.
Y ensayó una exégesis del tuit críptico que publicó sobre los “imbéciles”: aclaró que no estaba dirigido a los integrantes de Juntos por el Cambio, sino a los comentaristas y analistas que interpretaron sus declaraciones de la semana pasada como un amague de ruptura opositora. “El problema no es el mensaje, ni el tono, el problema es la verdad”, dijo y reconoció estar dolida por la reacción que tuvieron sus colegas. “Yo no voy a ser cómplice en nombre de la unidad, pero es importante que las cosas se digan ahora. En política no hay muchos que sean más tiempistas que yo”, consignó exenta de falsa modestia.
“Los hombres eran locos. Sufrían cuando eran felices por miedo a perder la felicidad”, decía el genial Robert Arlt. En Juntos por el Cambio, la locura podría cifrarse, tal vez, en el miedo a perder la unidad.
De Morales a Shakira
“Morales me explicó todo y valoro lo que hace con el litio, estoy encantada. No lo acusé de corrupción. Pero si no decía que él también es amigo de Massa lo estaba ocultando. También valoro y reivindico su accionar ante la corrupción y la violencia de Milagro Sala”, agregó.
En medio de la revelación del chat explosivo, Jorge Lanata difundía en su programa PPT el relato de Mirta “Shakira” Guerrero, que trabajó 26 años a órdenes de la jefa de la Tupac Amaru, que está con prisión domiciliaria: “Yo la veía que sacaba plata de acá, de allá, y no te daba tiempo de pensar que esa plata era robada. La plata iba a la casa de Milagro Sala, directamente. La recibían ahí, la contaban y ella tenía dos armarios con doble fondo y ahí la guardaban. Nosotros nos íbamos a seguir trabajando y ¿quién vivía ahí? Ella. Era como tener dos billeteras”, reveló.
0 seconds of 1 minute, 28 secondsVolume 0%La ex integrante de la Tupac Amaru conto la intimidad del poder que manejaba Milagro Sala
El factor Massa
Con el incidente Carrió-Morales se confirmó que la llegada de Massa no sólo impactó en la dinámica del Frente de Todos, sino que también empezó a irradiar a la coalición opositora. Al mismo tiempo, el ex presidente de la Cámara de Diputados terminó siendo un vector para que Juntos por el Cambio se contagie del internismo que, hasta ahora, se ubicaba más en el universo kirchnerista que en el de la oposición.
En la encuesta de Management & Fit mencionada antes hay un apartado que analiza cómo tomó la opinión pública su llegada al Palacio de Hacienda. El 25,1% consideró que la asunción de Massa en Economía “fortalecerá a la coalición de gobierno”, mientras que el 44% entendió que “seguirá igual” y el 19,8% que “se debilitará”. Además, el 34% opinó que tiene mucha o algo de confianza en que el nuevo funcionario podrá mejorar la situación económica. Es un porcentaje que, si bien es bajo, contrasta con el 71,1% que “desaprueba la forma en que Alberto Fernández conduce el gobierno nacional”.
El último dato significativo del monitoreo -que la oposición debería tener en cuenta cuando discute liderazgos y alineamientos electorales- es que la inflación y la suba de tarifas continúan siendo las principales preocupaciones de la gente, con el 39,5%, seguidas por la corrupción (29,2%) y más lejos la inseguridad y la pobreza. Carrió podría decir que la tendencia marca que los votantes están empezando a preocuparse más por la corruptos que por los precios. El Nobel de Literatura y Premio Cervantes, Octavio Paz, decía que a veces “la luz es como la mucha sombra: no deja ver”.
Fuente Infobae