“Las perspectivas de la evolución futura (de la economía) son actualmente notablemente sombrías”, señaló el Ministerio en su informe mensual de agosto, agregando que estaban marcadas por “un alto grado de incertidumbre”.
El precio de la energía, el disparador
Los precios de producción, considerados como un indicador adelantado de la inflación, fueron impulsados principalmente por los elevados precios de la energía, que en su conjunto aumentaron un 105% frente al mismo mes del año pasado, dijo el viernes la oficina federal de estadística.
“Los suministros de gas significativamente más bajos de Rusia, los aumentos persistentes de los precios de la energía y, cada vez más, de otros bienes, así como las interrupciones de la cadena de suministro más largas de lo esperado, también en relación con la política china de ‘cero contagios’, están pesando mucho en el desarrollo de la economía”, agregó.
La economía alemana se había estancado en el segundo trimestre, cuando la guerra en Ucrania, el aumento de los precios de la energía, la pandemia y las interrupciones de la cadena de suministro la situaron al borde de la recesión.
A partir del 1 de octubre, Alemania impondrá gravámenes a los consumidores de gas que añadirán varios cientos de euros a la factura energética anual de una familia media. Para amortiguar el impacto, los impuestos sobre las ventas de gas se reducirán del 19% al 7% mientras se apliquen los gravámenes.
Inflación sin techo en Alemania
El aumento de los precios de la energía hace que la inflación no tenga visos de calmarse pronto: la inflación anual de Alemania en julio fue del 8,5%, en consonancia con la tasa récord de la zona euro del 8,9%.
Los expertos prevén que la inflación alemana podría situarse en torno al 9% tras la expiración a finales de agosto de las medidas de alivio, que incluyen el abaratamiento del transporte público y la reducción del impuesto sobre el combustible.
Según Ralph Solveen, economista de Commerzbank, es probable que la inflación alcance su punto máximo. Sin embargo, las subidas salariales previstas para el próximo año seguirán impulsando el alza, “y es probable que las empresas trasladen estos costos a sus clientes”.
En abril, el Gobierno alemán preveía una inflación para 2022 del 6,1%. El 12 de octubre presentará unas proyecciones económicas actualizadas, según el Ministerio de Hacienda.
Fuente Ambito