“La presencia del OIEA ayudará a estabilizar la situación de seguridad y protección nuclear en el sitio y reducirá el riesgo de un accidente nuclear grave en Europa”, agregó. De acuerdo con Grossi, la reanudación de los bombardeos en zonas próximas a la planta, la más grande de Europa, pone de relieve una vez más los graves riesgos para la seguridad nuclear a los que se enfrenta la instalación.
En una carta enviada por autoridades ucranianas al organismo, se informó que ayer hubo bombardeos que dañaron los transformadores de la planta de energía térmica cercana, lo que provocó una desconexión de la línea eléctrica durante varias horas. Esa misiva detalló también que los ataques del fin de semana habían perjudicado la infraestructura de Zaporiyia, incluidas las instalaciones químicas y de laboratorio.
El anuncio del OIEA se produce un día después de que los líderes de Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido pidieran “contención” militar alrededor de Zaporiyia y el envío “rápido” de una misión de inspectores del organismo, tras acusaciones cruzadas de ataques cerca de la planta que Ucrania y Rusia hacen públicas desde finales de julio. El recrudecimiento de los combates alrededor de la central hizo resurgir los temores de una catástrofe nuclear y fue objeto la semana pasada de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El viernes previo, el OIEA había reiterado su llamado “urgente” a rusos y ucranianos para que actúen con “máxima contención” en la centraly dijo que mantenía contactos para poder enviar “cuanto antes” una misión de expertos. Si bien Grossi reconoció la voluntad de Kiev y Moscú de aceptar la llegada de este equipo, dijo que esperaba que estos gestos permitan que una misión del organismo pueda alcanzar la mayor central nuclear de Europa.
Las tropas rusas tomaron el control de esta planta el 4 de marzo, poco después del inicio de la invasión de Ucrania, el 24 de febrero. Los sucesivos ataques obligaron la agencia ucraniana Energoatom, que todavía gestiona la planta, a apagar cuatro de los seis reactores que alimentan de energía unos 4 millones de hogares ucranianos.
Fuente Ambito