“Es conveniente que lo vayamos pensando”, dijo el exjuez de la Corte Suprema, quien también sostuvo que el pedido de condena contra la vicepresidenta está relacionado a un intento del “círculo rojo” de que no pueda postularse en 2023
Después de que el fiscal Diego Luciani pidiera 12 años de prisión, inhabilitación perpetua y un embargo para la vicepresidenta Cristina Kirchner, el exjuez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni consideró que, en caso de que la exmandataria sea condenada, “el único recurso que queda” es el indulto presidencial. Es decir, que Alberto Fernández la libre de pena o, al menos, la reduzca: una posibilidad regulada por el artículo 99 de la Constitución Nacional. En un mensaje, y aunque sin mencionar al primer mandatario, lanzó: “Es conveniente que lo vayamos pensando”.
Con una fuerte -y nueva- crítica al Poder Judicial, Zaffaroni también indicó que todo este proceso está vinculado a una intención del “círculo rojo” de que Cristina Kirchner no pueda postularse a la elección presidencial del año próximo.
“Si lo que preveo se cumple, si la vicepresidenta es condenada, si quienes deben anular este proceso viciado desde el inicio lo confirmasen, o nada hiciesen, dados los tiempos del derecho internacional, resultarían ineficaces los recursos ante los organismos internacionales. No quedaría otra alternativa que buscar una solución en el derecho interno para salvar el futuro de nuestra democracia ante la perspectiva de llegar a una elección con proscripciones”, introdujo el antes magistrado.
Entonces indicó, en su columna para AM 750: “El único recurso que queda, por duro que sea, no puede ser otro que un indulto presidencial. Es conveniente que lo vayamos pensando como último recurso para que la democracia preservada pueda intentar la restauración de la República”.
Antes había dicho que, en ocasiones, es la democracia “la que puede salvar” a la República y había anticipado que, “seguramente”, la sentencia contra Cristina Kirchner en la causa Vialidad será condenatoria. “Ya está escrita, guardada bajo la camiseta de jugadores de fútbol en la quinta presidencial. Y será confirmada por los dos jueces que deberían revisarla y que, como buenos jugadores de tenis y pádel, también lo harán, confirmándola”, aseveró Zaffaroni, en la misma línea que el kirchnerismo, donde acusan a Luciani; al otro fiscal, Sergio Mola; y a los jueces Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Gorini de estar vinculados al macrismo.
“Un grupo de jueces y fiscales no solo juega abiertamente a la política, sino que rompe todos los límites jurídicos y protagoniza el juicio oral con final sabido más vergonzoso que nunca se haya visto. Habrá una condena que implique la proscripción política de la vicepresidenta de la Nación, con el claro objetivo de impedir una candidatura que el círculo rojo, no de vergüenza, que la perdieron hace mucho… Pero ese círculo rojo teme a esa candidatura para el año próximo”, insistió el exmagistrado.
“Es previsible que la Corte Suprema, por su parte, calcule sus tiempos según las circunstancias. Pero si se viese apurada por el círculo rojo, también pondrá su consabido ‘no me interesa’. Nada quedará por hacer en los tribunales del país porque se derrumbaron los últimos escrúpulos que se suponía que podía tener ese grupo de jueces y fiscales que se lanza sin límites a la persecución política”, apuntó, además.
En ese sentido, se preguntó qué legitimidad tendría un gobierno que fue “electo con proscripciones producto de groseras y evidentes manipulaciones” de jueces “embarcados políticamente y decididos a condenar”, y acotó: “El desastre institucional de la República traería como consecuencia el desprestigio de la democracia, por ende para restaurar la gravemente lesionada República es necesario salvar el futuro democrático del país sin abandonar el campo del derecho, que es el único posible campo de lucha”.
Bajo esa postura pidió que “nadie piense en la violencia” y aclaró al respecto: “Ese no es ningún camino viable porque solo conduce a la muerte de los más vulnerables. Hay que seguir peleando, pero siempre en el campo del derecho. Aunque quienes deben defenderlo, quienes egresaron de nuestras universidades, quienes juraron lealtad a la Constitución, sean quienes lo llenen de zanjas y charcos de repugnante vergüenza”.
Fuente La Nación