El tope para los hogares británicos pasará de las actuales 1.971 libras (unos 2.325 dólares) que paga al año una familia de ingresos medios a 3.549 libras (4.180 dólares), anunció Ofgem que advirtió que, teniendo en cuenta la tendencia actual, “los precios podrían agravarse de forma considerable en 2023”.
“El alza refleja la progresión continua de los precios mundiales al por mayor del gas, que empezó con los desconfinamientos después de la pandemia de Covid-19, y fueron llevados a niveles récord cuando Rusia interrumpió lentamente sus suministros de gas a Europa“, afirmó el organismo.
Este tope tarifario en Reino Unido está calculado según la media de los precios mayoristas del gas en los meses anteriores. Los expertos esperan que este límite supere las 4.000 libras (4.730 dólares) en enero y hasta 6.000 libras (7.096 dólares) en primavera, según las proyecciones más pesimistas.
En los últimos días el precio del gas rozó los niveles históricos que alcanzó a principios de la ofensiva rusa en Ucrania.
“Somos conscientes del impacto masivo que este alza del tope tarifario tendrá en los hogares en todo Reino Unido y las decisiones difíciles que los consumidores tendrán que tomar”, comentó Jonathan Brearley, director general de Ofgem.
La amenaza de “pobreza energética”
Ofgem, la patronal, los proveedores y las asociaciones instan al gobierno de Reino Unido a tomar medidas inmediatas para evitar una situación “dramática” en los hogares más modestos, que ya tienen que hacer frente a una inflación del 10%, la más elevada de los países del G7.
Según la Universidad de York, cerca de dos tercios de los hogares británicos estarán bajo amenaza de pobreza energética a partir del año que viene.
“Observamos una situación de mucho estrés en nuestros clientes. Alrededor de un tercio están en situación de precariedad energética y 20% más podría estarlo” próximamente, señala Philippe Commaret, director comercial de la eléctrica francesa EDF para el Reino Unido, contactado por la AFP.
Algunos hogares están tomando medidas desesperadas, según este responsable, como renunciar a la calefacción o desenchufar el frigorífico.
La ayuda social, sin grandes efectos
Diane Skidmore, jubilada de 72 años que vive en una vivienda social del sur de Londres con 600 libras (unos 710 dólares) al mes, ha visto cómo su factura mensual pasaba de 25 a 45 libras (de 29 a 53 dólares). Y acaba de recibir un correo de su proveedor que le anuncia que el monto llegará a 70 libras (82 dólares).
“Todo el mundo tendrá problemas”, dice a la AFP, explicando que prevé abrigarse más para reducir su consumo.
El ministro de Economía, Nadhim Zahawi, prometió que “la ayuda llega, con 400 libras (473 dólares) de descuento en las facturas de energía para todos, 650 libras (768 dólares) para los hogares más vulnerables y 300 libras (354 dólares) para los jubilados”.
Reino Unido está a la espera de conocer el nombre del que será su nuevo jefe de gobierno a partir del 5 de septiembre en reemplazo de Boris Johnson: la actual ministra de Exteriores, Liz Truss, o el ex ministro de Finanzas Rishi Sunak, que se disputan el liderazgo del Partido Conservador.
Truss, la favorita, se decanta por una estrategia de reducción de impuestos más que por las ayudas directas, que califica de “parches”.
Fuente Ambito