Por Guillermo Tiscornia
Desde que llegué a este mundo en aquel ya lejano 1954 el destino me llevó a incorporarme en calidad de socio del Club Náutico San Isidro, siendo que en la actualidad ya revisto bajo la categoría de socio vitalicio.
Días pasado se viralizó un audio a partir del cual se daba cuenta que un grupo de socios activos de la institución observó en el restaurant ubicado en el edificio central la presencia del señor fiscal federal doctor Diego Luciani.
Fue así que uno de esos socios se acercó al doctor Luciani a quien saludó expresándole su agradecimiento en virtud de su alegato acusador formulado respecto de la actual Vicepresidente de la Nación doctora Cristina Fernández de Kirchner.
Sucedió, además, que ese mismo socio pretendió invitar –esto es pagar la cuenta- de los consumos de doctor Luciani, cosa que éste último no habría de aceptar.
Lo episódico de la comentada situación narrada me llevó inevitablemente a transitar por una suerte de túnel del tiempo hacia un pasado por cierto ya lejano.
Y digo esto por cuento me tocó atravesar por una situación análoga en la tan apreciada institución social.
Por cierto, corría el año 1996 e investigaciones judiciales que en aquellos tiempos provocaban un alto impacto político institucional y referidas a esquemas de corrupción estructural en el contexto de la Aduana Nacional me pusieron en una posición de alta exposición pública por cierto por mi para nada deseada.
El auto de procesamiento recaído en el caso recordado como la Aduana Paralela respecto del Licenciado Gustavo A. Parino tuvo allá por el mes de diciembre del año 1996 altísimo impacto mediático e institucional.
Sobrevino entonces una virulenta embestida contra mi pasada investidura judicial de parte del por entonces ex Superministro de Economía doctor Domingo A. Cavallo.
Ni que hablar cuando en el transcurso de los años 1998 y 1999 sobrevinieron -por un lado- una sentencia de condena al ex Administrador Nacional de Aduana, Contador Juan C. Delconte- a la pena de diez años de prisión a partir de un esquema de corrupción estructural derivado del montaje de una colosal maquinaria delictiva, tal como lo describiera la Fiscal en lo Penal Económico doctora María Luz Rivas Diez, quien enfatizó que la gestión del Contador Delconte ( 1984 a 1988) fue respaldada por el propio ex Presidente de la Nación doctor Raúl R. Alfonsín y su equipo económico.,
Por el otro lado recayó en el transcurso del año 1999 un auto de procesamiento respecto de Franco y de Mauricio Macri ( SEVEL S.A.) a partir de una burda maniobra de contrabando exportador hacia el Uruguay de auto partes y piezas de vehículos de baja denominación en el marco de un régimen de intercambio compensado contextualizado en políticas encaminadas a estimular la industria autopartista.
Para destacar la ímproba tarea desarrollada en dicha investigación judicial por parte de la señora Fiscal en lo Penal Económico doctora María Gabriela Ruiz Morales.
Luego sobrevendría la oportuna tarea de salvataje encarada por la Corte Federal Argentina en el transcurso de los años 2000 la cual podría a buen resguardo los intereses del poderoso Grupo Macri.
Y ni que hablar acerca de la formidable capacidad de manifestación y de lobby de parte del doctor Cavallo sumado a su formidable aparatología manipulación de la opinión pública a partir de lo cual sobrevendría una ulterior emisión de un certificado de impunidad respecto del Licenciado Gustavo A. Parino por parte de un Tribunal Oral del fuero en lo Penal Económico.
Pero en la tan apreciada institución social las muestras de solidaridad tuvieron su máxima y cálida expresión en el transcurso del mes de junio y julio de aquel ya lejano año 2007 cuando una investigación judicial por contrabando exportador de material bélico hacia los EEUU ponía en el centro de la escena a la por entonces Ministro de Defensa doctora Nilda Garré.
A diferencia de la actual coyuntura política en aquellos años la facción gobernante contaba con el control absoluto de las instituciones; eso es dotada de una amplia mayoría en ambas Cámaras del Congreso Nacional y ni que hablar en el Consejo de la Magistratura.
Fue entonces que cuando la maquinaria kirchnerista, en máxima expresión de esplendor, arrasaba con mi estabilidad aquellas muestras de solidaridad que recibía en la apreciada institución mudaron a una total indiferencia.
Para cerrar, y mas allá de lo episódico que decoran a ambas situaciones la coincidir el mismo restaurant del edificio central del Club Náutico San Isidro ; una que se proyecta desde los años 1996 hasta el año 2007, y otra que tiene –en tiempo presente- como protagonista al doctor Diego Luciani lo cierto es que el señor Fiscal Federal cuenta con una ventaja por cierto circunstancial.
Y así concluye esa suerte de excursión por el túnel del tiempo hacia aquellos lejanos años