Yevtushenko afirmó que los rusos, que controlan Energodar y la central, bombardearon la ciudad para culpar a las fuerzas ucranianas. “El objetivo de este espectáculo es crear una imagen correspondiente para la misión del OIEA”, sostuvo.
Dmitro Orlov, alcalde de Energodar y actualmente exiliado tras la conquista rusa, publicó por su parte en Telegram imágenes del consejo municipal de esa ciudad con la fachada dañada.
La acusación rusa
Por su parte, las autoridades designadas por Rusia en la provincia de Zaporiyia denunciaron que las tropas de Ucrania atacaron con misiles la ciudad de Tokmak, ubicada a poco más de 100 kilómetros de la planta nuclear.
“Hoy el régimen de Kiev volvió a atacar con misiles las instalaciones civiles en Tokmak. Se bombardeó un silo de granos, un depósito fue dañado seriamente, se quemaron 15.000 toneladas“, indicó Vladímir Rogov, de la autoridad militar prorrusa, de acuerdo a la agencia de noticias Sputnik.
La misión de inspección del OIEA, agencia nuclear de la ONU, partió este miércoles desde Kiev hacia la planta de Zaporiyia para inspeccionar la situación.
Rafael Grossi, el director de este organismo que llegó a Ucrania con un equipo de 13 personas, explicó que pasarán “unos días” en el lugar e informarán sobre sus conclusiones al volver.
La central nuclear está desde marzo en manos de Rusia que, según Kiev, habría desplegado cientos de soldados y almacenado munición en sus instalaciones.
Inicialmente, Ucrania temía que una visita del OIEA a Zaporiyia legitimara la ocupación rusa del lugar, pero después respaldó la misión si el equipo partía del territorio bajo su control. Esto implicará que los inspectores deberán cruzar la línea del frente con garantías de seguridad de ambos lados.
En su habitual discurso nocturno, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski denunció que Rusia seguía “sus provocaciones” en las zonas por las que debía pasar la misión para llegar a la planta.
“Espero que el equipo del OIEA pueda empezar su trabajo”, afirmó Zelenski, que se había reunido antes con Grossi y había tildado la situación de “extremadamente amenazante”.
Fuente Ambito