Por Guadalupe Vázquez
El obispo de Mercedes-Luján Agustín Radrizzani comparte más puntos en común con su predecesor, el fallecido arzobispo Rubén Di Monte, de los que se permite admitir: una llamativa cantidad de cuentas bancarias y un largo historial de conexiones con el kirchnerismo.
Las cuentas que posee Radrizzani son 16, repartidas en diez bancos distintos. Cuentas corrientes, cajas de ahorro y hasta una cuenta en moneda extranjera son parte del llamativo caudal financiero del obispo, al que tuvo acceso Infobae. Duplica –por lo menos en cantidad de cuentas– a las ocho registradas a nombre de Di Monte, dato que se suma a la ya escandalosa saga del convento y los bolsos llenos de dólares.
El caso López abrió una puerta difícil de cerrar, y que –la verdad sea dicha- pocos saben hacia dónde conduce. En el torbellino de acontecimientos de los últimos días, la Iglesia trata de despegarse de las implicancias legales y mediáticas de la investigación que tiene al convento de Di Monte como eje, pero no le va a resultar tarea sencilla. A la Iglesia, se sabe, no le gustan los escándalos. Pero, a veces, no los puede evitar.
La estrategia de nombrar como responsables a un obispo fallecido que “se cortaba solo” y a una monja postrada de 94 años que atiende celulares y monitorea cámaras a las 3 de la mañana se está por caer a pedazos. La verdad es mucho más compleja y más decepcionante.
De esta manera, aunque Radrizzani busque con desesperación diferenciarse de Di Monte, un punto más lo une a él: sus lazos con el kirchnerismo. Si bien provenían de líneas distintas dentro de la Iglesia –Di Monte era un acérrimo adversario de Bergoglio-, no era así en el plano político. El actual obispo, que reconoció en declaraciones a la prensa que José López les “complicó la vida”, ejerció durante quince años la docencia en la universidad de Lomas de Zamora, en donde era decano nada menos que Gabriel Mariotto, ex subsecretario de Medios, ex coordinador de Fútbol Para Todos y ex vicegobernador de la provincia de Buenos Aires en la era K.
Di Monte y el ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido
De hecho, una parte de la carrera de Radrizzani, desde 2001 a 2007, se desarrolló como obispo de Lomas de Zamora. Lomas fue siempre un territorio justicialista: desde 2003, este territorio de 570.000 habitantes es gobernado sin interrupciones por el peronismo. Eduardo Duhalde, quizás el último de los grandes caciques peronistas, fue intendente lomense en 1983, y lo usó para proyectarse como líder nacional. Salvo por un breve período entre 1999 y 2001, en el que gobernó el aliancista Jorge Di Dio, Lomas de Zamora siguió siendo un bastión del PJ. Martín Insaurralde es intendente desde 2009, salvo por una breve licencia en la que intentó, sin éxito, convertirse en candidato presidencial alternativo al ex gobernador Daniel Scioli.
Tan poderoso es el peronismo lomense, que pudo colocar al entonces decano de la Facultad de Ciencias Sociales Mariotto en el cargo de vicegobernador en la fórmula que ganó las elecciones bonaerenses de diciembre de 2011. Desde que asumió el kirchnerismo, la UNLZ fue favorecida con grandes partidas presupuestarias y su cuerpo docente se llenó de militantes peronistas. Radrizzani fue parte de esa institución desde 2001 hasta 2015.
El sucesor de Di Monte siempre estuvo cerca del peronismo de Lomas de Zamora y su vínculo con Mariotto e Insaurralde fue crucial para acercarlo a la órbita de Cristina Elisabet Kirchner. De allí que en la homilía del 25 de mayo de 2013 en Luján, el Cardenal le dedicara un inesperado elogio en su sermón: “Deseo agradecer en la persona de nuestra presidenta al Estado nacional por haber realizado el compromiso asumido por el presidente Néstor Kirchner. Sin esta asistencia, no hubiera sido posible agradecer la renovada belleza de esta casa”.
La “casa” es la Basílica de Luján. La “asistencia” es por una obra que terminó costándole al Estado 120 millones de pesos más de los originalmente presupuestados. Con el estallido del escándalo de López, la atención volvió a centrarse en esta polémica remodelación, principalmente porque muchos de los implicados en aquella obra y en la administración de la Basílica siguen siendo los mismos. Por orden de Radrizzani, muchos integrantes del personal de administración de la Basílica, como el sobrino de la madre Alba, Enrique Martínez, siguieron en sus puestos.
Tal es el caso también del sacerdote Jorge Oscar Bruno, mano derecha de Di Monte mientras fuera obispo, que se mantiene desde 2003 como vicario general de la Arquidiócesis de Mercedes-Luján y administrador de la Basílica. El padre Bruno, como todos lo conocen, tiene 18 cuentas bancarias distribuidas en ocho bancos diferentes. Y otro dato llamativo: fue gendarme por dos meses, entre julio y septiembre de 2003, la misma ocupación que el chofer del “Fatimóvil” –la camioneta utilizada por Di Monte para trasladar a la virgen de Fátima- Mauro Combet.
Al igual que sus jefes en Luján, Bruno posee aceitados contactos con el kirchnerismo, lo que le valió participar, junto a Di Monte, del proceso de remodelación de la Basílica.
Quién o quiénes tuvieron acceso al presupuesto es otro motivo de polémica. Según Radrizzani, ni Di Monte ni su equipo tuvieron contacto alguno con los fondos. Sin embargo, el ex obispo de Zárate-Campana, Oscar Sarlinga, declaró a La Nación que él fue testigo de la firma de una resolución que habilitaba a Di Monte a intervenir en el proyecto. El sitio de investigación periodística Eliminando Variables también da cuenta de la intervención de Di Monte en las decisiones del proyecto, y en la escalada del desembolso.
Ante la magnitud del escándalo, el Episcopado lamentó los casos que “vinculan a personas de la Iglesia en la Argentina con posibles casos de corrupción” y llamó a sus miembros a “colaborar con la Justicia”. Además, se designó al padre O’Donnell para investigar si existen indicios para un posible proceso penal que involucre a la Iglesia. Tanto el convento como la fundación “fantasma” de Di Monte bajo la que está registrado están bajo la lupa. La supuesta congregación no presenta registros de donaciones ni movimientos, sólo una dirección en el estudio jurídico Petracchi -abogados del polémico empresario acusado de lavado, Raúl Moneta, amigo del fallecido obispo- y en General Rodríguez, donde fue encontrado el ex secretario de Obras Públicas, José López, con nueve millones de dólares y un fusil.
Hace sólo tres meses, en la Homilía que dio monseñor Radrizzani en la Basílica de Luján por el fallecimiento de Di Monte, recordaba emocionado:
“Cuántos viajes hizo a Buenos Aires para hablar con ministros, con presidencia, con todos aquellos que podían influir para que esta belleza se hiciera efectiva. (…) En el año 2013, monseñor me presentó el proyecto de la casa de retiros, por eso fue buscando fondos, vendió alguna casa que le habían donado a la familia misionera, para poder hacer dicha casa”.
Hace tres días, en una inspección ocular, el juez Daniel Rafecas encontró documentación que probaría el desvío de fondos desde el ministerio de Planificación hacia el convento.
Colaboración: Federico Teijeiro e Ignacio Montes de Oca – Eliminando Variables
Fuente Infobae