El presidente chino, Xi Jinping, defendió el domingo su gestión de la pandemia en la inauguración del 20º Congreso del Partido Comunista (PCC), en el que casi 2.300 delegados deberían, salvo sorpresa mayúscula, otorgarle un tercer mandato histórico.
Si todo va como está previsto, el dirigente de 69 años debe ser ratificado en una semana como secretario general del PCC, preludio de su reelección el próximo año como presidente de China, y consolidarse como el líder más poderoso desde Mao Zedong.
En su discurso de apertura, Xi Jinping aseguró que el congreso ocurría en un “momento crítico” en la historia de China, se congratuló por la gestión de la pandemia de covid-19 y por el manejo de las crisis con Taiwán y en Hong Kong.
“Es un congreso muy importante en un momento crítico en el que todo el partido y la población de todos los grupos étnicos se embarcan en un nuevo viaje para construir un país socialista modernizado”, dijo Xi, recibido con un sonoro aplauso a su llegada.
El cónclave quinquenal se abrió a las 10H00 locales (02H00 GMT) en el Gran Salón del Pueblo en la plaza Tiananmen de Pekín, rodeada de un gran dispositivo de seguridad desde la madrugada.
Una flota de autobuses conducían a los asistentes y a los periodistas hasta la plaza casi desierta, bañada por un suave sol otoñal y decorada con banderas rojas.
Desde allí pasaban varios controles de seguridad hasta el salón, decorado con una enorme pancarta con el lema: “Larga vida al gran, glorioso y correcto Partido Comunista de China”.
“Este encuentro será el evento político más relevante de China en décadas” y marcará el rumbo del país en los próximos diez años o más, dijo la firma de consultoría Trivium China.
En este cónclave muy coreografiado y celebrado en gran parte a puerta cerrada, los 2.296 participantes también nombrarán a los alrededor de 200 miembros del Comité Central.
Estos miembros, a su vez, designarán a los 25 integrantes del Buró Político y a quienes conformarán el poderoso Comité Permanente, la máxima instancia de decisión del país.
El resultado del congreso debería conocerse el 23 de octubre, un día después del cierre.
– Defensa de su gestión –
El presidente chino defendió su gestión en los últimos cinco años, marcados por la pandemia del covid-19, las masivas protestas prodemocracia y la represión en Hong Kong, y las crecientes tensiones con Taiwán.
El mandatario aseguró que su gestión dirigió “una lucha contra el separatismo y la interferencia” externa en Taiwán, y opinó que, gracias a la intervención de Pekín en Hong Kong, la ciudad pasó “del caos a la gobernanza”.
Sobre la pandemia, una de las cuestiones clave de la reunión, Xi defendió su restrictiva estrategia cero covid que, sostuvo, puso “en primer lugar a la población y sus vidas”.
China ha “protegido la seguridad y la salud al más alto nivel y conseguido destacados resultados positivos al coordinar el control y la prevención de la epidemia con el desarrollo económico y social”, señaló.
A pesar de las inconveniencias y el daño económico causado por el covid cero, los medios estatales defendieron esta semana que “aflojar” ante el virus sería “irresponsable”.
– “fatiga” –
El cuasi aislamiento que China se impone respecto al resto del mundo y los repetidos confinamientos, ahogaron el crecimiento, que puede ser el más débil en cuatro décadas este año, exceptuando 2020 cuando estalló la pandemia.
“Se ve fatiga después de casi tres años de covid cero”, expresó Valarie Tan, analista de Mercator Institue for China Studies (MERICS) en Berlín. Y el descontento “emerge a la superficie” en redes sociales, advirtió.
Esta semana, la máquina de censura digital de China retiró virtualmente todas las referencias a una inusual protesta en Pekín en la que un hombre colgó de un puente dos pancartas con críticas al gobierno.
Según videos y fotografías colgadas en internet, una pancarta atacaba virulentamente la política cero covid y la otra incitaba a los ciudadanos a manifestarse y a derrocar al “dictador traidor Xi Jinping”.
El congreso discurrirá en un estricto protocolo de “cero covid”, con los organizadores y los periodistas encerrados en una burbuja y sin contacto con el exterior desde dos días antes.
Los participantes deberán someterse a test diarios de covid antes de acudir a los actos, algunos organizados por videoconferencia en vez de en persona.
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Fuente La Nacion