El líder de la oposición en Israel, Benjamin Netanyahu, rechazó una reunión informativa con el primer ministro en funciones, Yair Lapid, sobre cuestiones de seguridad relativas al acuerdo con Líbano para demarcar su frontera marítima en el Mediterráneo
«La conducta de Lapid no es democrática. Insistimos en que el acuerdo sea llevado a la Knéset (parlamento israelí) para su aprobación», afirmó el partido Likud en un comunicado retuiteado por su líder, el ex primer ministro Netanyahu.
Netanyahu afirmó que se trata de una «reunión inútil» porque el acuerdo con Líbano supone una «rendición» ante el grupo terrorista chií Hezbolllah, mientras que Yesh Atid, el partido centrista liderado por Lapid, afirmó que la reacción del ex primer ministro es «irresponsable» al no apoyar un pacto «histórico» que cuenta con el aval de todo el estamento de seguridad.
Netanyahu ha utilizado el acuerdo marítimo con Líbano con arma electoral, ya que Israel celebrará sus quintas elecciones en menos de cuatro años el próximo 1 de noviembre, con resultados muy ajustados según las encuestas, que sitúan a Lapid como su principal contrincante para regresar al poder.
La oposición liderada por Netanyahu y la extrema derecha argumenta que Lapid no tiene mandato para aprobar un acuerdo tan importante, ya que la Knéset fue disuelta en junio y lidera un gobierno en funciones, aunque esa postura ha sido rechazada tanto por el fiscal general como por la Corte Suprema.
Los gobiernos de Israel y Líbano respaldaron la semana pasada el texto final del acuerdo, logrado con la mediación de EEUU, pero Netanyahu ha afirmado que él no estará obligado a cumplirlo si sale vencedor en las elecciones.
El acuerdo otorga a Israel los derechos exclusivos sobre el yacimiento de gas de Karish, pero cede el campo de Qana que en el pasado reivindicó como propio, aunque obtendrá parte de los ganancias de esa explotación en virtud de un contrato de arrendamiento libanés.
El propio mediador estadounidense, Amos Hochstein, también rechazó la semana pesada las acusaciones de Netanyahu de que Israel había cedido a las «amenazas terroristas de Hezbollah» y lo achacó a una «mera estrategia para ganar votos».
Israel y Líbano, dos países que no tienen relaciones diplomáticas y que están técnicamente en guerra desde 2006, lograron la semana pasada un importante acuerdo para delimitar su frontera marítima, calificado como «histórico» por ambas partes y que algunos analistas ven como un primer paso para mejorar lazos. EFE y Aurora
Fuente Aurora