La nueva tasa impositiva afectará a vuelos dentro y fuera del país, y se destinará al financiamiento de la policía aeroportuaria. El presupuesto kirchnerista profundiza la voracidad tributaria en el país.

Por iniciativa de la diputada y fanática ultra-kirchnerista, Paula Penacca, el Presupuesto 2023 incluyó el lanzamiento de un nuevo impuesto a los viajes en avión, tanto para los vuelos de cabotaje como internacionales.
Formalmente la nueva Tasa de Seguridad de Aviación tiene un tope fijado en el 0,25% del sueldo básico del grado jerárquico correspondiente al Oficial Principal del Escalafón General del Personal Policial de la PSA, y como este salario está fijado actualmente en los $100.000, entonces el impuesto al día de hoy tendría un tope de $250 por ticket.
Sin embargo, ante cualquier actualización salarial sobre el personal de policía aeroportuaria se replicará en una actualización automática del monto fijado del tributo sobre los pasajes en avión, por lo que es un peligroso impuesto sin techo.
El impuesto se tuvo que votar en particular luego de que Juntos por el Cambio diera quórum y votara a favor del Presupuesto 2023, presentado por Sergio Massa. Si bien el plan de la oposición era cerrar filas y votar en contra de este impuesto específico, tuvo 4 ausencias claves y finalmente la tasa aeroportuaria terminó siendo aprobada por 121 contra 120 votos.
Los diputados de Juntos por el Cambio, Margarita Stolbizer (Encuentro Federal), Manuel Aguirre (UCR), Gustavo Santos (PRO), y María Tejeda (UCR-Evolución), a pesar de haber votado a favor del Presupuesto en general, se ausentaron del recinto para la votación en particular, en contra de las órdenes partidarias.
Además, el diputado tucumano Domingo Amaya, también de Encuentro Federal, parte de Juntos por el Cambio, votó a favor del proyecto, a pesar de que había comunicado a sus jefes de bloque que votaría en contra.
Tras fracasar estrepitosamente en su plan por no poder coordinar internamente su propio bloque, Juntos por el Cambio lanzó una brutal campaña contra los diputados de otros bloques que también se ausentaron, como los liberales Javier Milei, Victoria Villarruel y Carolina Píparo, quienes también se fueron luego de la votación en general, pero al revés que los ausentes de Juntos, ellos habían votado de manera negativa.

Los recursos recaudados por el nuevo impuesto serán destinados a la financiación de la Policía Aeroportuaria Nacional (PSA), y principalmente al pago de salarios, ya que hasta el 96% de los recursos presupuestados sobre esta partida son exclusivamente salarios.
“Créase la Tasa de Seguridad de la Aviación, correspondiente al servicio público de seguridad de la aviación contra actos de interferencia ilícita que presta la Policía de Seguridad Aeroportuaria”, expresa el artículo 121 del proyecto kirchnerista.
Aunque la suma que representa el tributo resulta modesta, se añade a una serie de distorsiones creadas por el Gobierno de Alberto Fernández desde 2019, entre ellas la paridad especial en el mercado cambiario, los impuestos a la adquisición de divisas y las restricciones establecidas por el Banco Central como parte del cepo cambiario.
Si bien el cobro de tasas específicas para la financiación de la seguridad aeroportuaria es una práctica normalizada en el mundo, los impuestos y las regulaciones presentes en el mercado aerocomercial argentino distan mucho de serlo, y la nueva iniciativa solamente supone un obstáculo más en contra del acceso al avión.
La división de Juntos por el Cambio (JxC) allanó el camino para la determinación del nuevo impuesto, ya que a pesar de haberse conformado como un bloque unánime para la votación como la cláusula gatillo o el tope a las retenciones, la ausencia dirigentes como Margarita Stolbizer (GEN) y diputados radicales como Ignacio Aguirre y María Victoria Tejeda facilitaron la aprobación.
Fuente Derecha a Diario