Lejos quedan ya los tiempos en que la luz suponía el gran quebradero de cabeza para los hogares y para los políticos. Aunque parezca mentira, la electricidad es un hoy un 15,5% más barata que hace un año. Esto no significa que esté en niveles normales, ni mucho menos, sino que su encarecimiento fue mucho más prematuro y explosivo que el de otros productos, por lo que ahora está empezando a desandar una parte de camino delirante que incluso la llevó a doblar sus precios anuales en marzo, justo durante las primeras semanas tras el comienzo de la guerra.
En realidad, este abaratamiento oculta un matiz estadístico. El INE solo mide la evolución de la factura regulada, que es la que más se ha beneficiado de las medidas del Gobierno para rebajar el recibo, especialmente por el tope al gas para la producción eléctrica, en vigor desde junio de este año. Muchos clientes del mercado libre, es decir, los que pactan directamente sus condiciones con las compañías, han visto cómo se ha disparado lo que pagan tras haber renovado sus contratos.
De cara a los próximos meses, la evolución de los mercados de gas será clave para que la luz siga bajando, al menos mientras se mantengan las medidas actuales. La llamada excepción ibérica estará en vigor hasta junio del año que viene, mientras que está previsto que las rebajas impositivas se extiendan más allá del 31 de diciembre de 2022.
Su gasto mensual en electricidad el mes de octubre de 2022 ha sido de , un 15,4% menos que en 2021, lo que, en caso de que esa hubiera sido la tendencia durante todo el 2022, habría supuesto un abaratamiento anual de la luz de
Fuente El Confidencial