Los magistrados Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi, y Germán Castelli, a la espera de la sentencia de la Corte Suprema. Por Hernán Cappiello
La Corte Suprema se reunirá este martes con la expectativa centrada en la definición del futuro de los camaristas Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli. La sentencia que prepara el tribunal implicaría una solución intermedia, que reconozca la validez de sus traslados, pero de manera interina, hasta que se cubran sus cargos con jueces elegidos en nuevos concursos con acuerdo del Senado.
Los jueces vienen dilatando el fallo desde hace un mes, cuando decidieron abrir el recurso de per saltum que los tres camaristas presentaron ante el máximo tribunal. En ese momento le imprimieron velocidad al caso, pero luego se frenaron porque no encontraban consensos para avanzar.
Ahora, finalmente, habría un acercamiento para que los jueces de la Corte decidan por mayoría anular la resolución del Consejo de la Magistratura que había dispuesto los traslados de Bruglia, Bertuzzi y Castelli, pero indicando que la permanencia en los cargos no es definitiva, porque no tuvo intervención el Senado.
A horas de la definición de la Corte, el juez Castelli denunció presión del Gobierno
Una idea que avanza en la Corte es la posibilidad de que los jueces sigan en sus cargos hasta que se convoque a nuevos concursos o que sus vacantes se sumen a los concursos ya en marcha. No se sabe si el fallo se firmará hoy mismo, aunque, según fuentes judiciales, ayer estaban dando “las puntadas finales”.
Por un lado, el presidente Carlos Rosenkrantz, en su voto sobre el per saltum, ya dejó en claro que de la decisión de la Corte depende lo que ocurra con las decenas de jueces trasladados en los últimos años. Y además hizo visible que se estaba ante un asunto de gravedad institucional.
Rosenkrantz firmó en disidencia la acordada 4, que avala los traslados sin acuerdo del Senado con un amplio criterio. En cambio, no firmó la acordada 7, que rubricaron sus colegas Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda. Allí, el trío de jueces estableció que no es necesario un nuevo acuerdo del Senado en casos de traslados de jueces “para desempeñar funciones de la misma jerarquía dentro de la jurisdicción federal, con igual o similar competencia material”.
Sin embargo, ahora Rosatti, Maqueda y Lorenzetti podrían aunar posiciones en torno a rechazar los traslados en general, pero, en este caso, consentirlos y limitarlos a que se convoquen nuevos concursos. El debate es jurídico, pero también político, y busca una solución que impida caer en la grieta y al mismo tiempo dar una respuesta a los jueces.
De concretarse, el fallo sería una salida intermedia elegida por la Corte para no tomar partido -en lo inmediato- por el Gobierno ni por la oposición, aunque en última instancia el asunto terminará con los jueces de regreso a los lugares que ocupaban en 2018.
Los tres jueces trasladados interpretan esta posible resolución como una derrota. “Esta decisión es un desastre para los jueces, implica que los saquen”, dijo a LA NACION un allegado a los magistrados que sigue el proceso.
El asunto enfrentó con intensidad política al Gobierno con la Corte. El expediente alineó a los partidarios de Cambiemos del lado del trío de jueces y a los partidarios del Gobierno, en la otra orilla, reclamando que los magistrados deberían haber conseguido un nuevo acuerdo del Senado para permanecer en sus nuevos cargos.
De este fallo depende, por ejemplo, que avancen o no los concursos pendientes. Si el fallo decide dejar a los camaristas hasta que se llame a nuevos concursos, podrían permanecer dos o tres años en sus cargos. Si, en cambio, la Corte decide que los tres jueces pueden sumar sus vacantes a los concursos existentes, es probable que los camaristas deban irse en cuestión de meses.
Ya existe un concurso abierto para cubrir dos vacantes en la Cámara Federal, pero ese número podría modificarse si el Senado permite el regreso del excamarista Eduardo Farah, que dejó ese lugar tras la polémica desatada por el fallo que dejó en libertad a Cristóbal López. Si el kirchnerismo decide rechazar su traslado en el Senado, este viejo aliado volvería a Comodoro Py. Una vacante menos para el concurso.
El asunto podría definirse para fin de año. Cada vacante tendrá su respectiva terna y su consecuente danza de candidatos. Diego Amarante, juez en lo Penal Económico, encabeza el orden de mérito en el Consejo de la Magistratura y cuenta con el aval de varios de los representantes de los jueces. Detrás aparecen los candidatos del kirchnerismo: Roberto Boico, abogado de Cristina Kirchner, está segundo en la lista, y lo sigue Alejo Ramos Padilla, juez federal de Dolores. Ivana Quinteros y Susana Echevarría, secretarias letradas de la Cámara, son las mujeres mejor ubicadas. También Pablo Yadarola, juez en lo Penal Económico, aparece como un posible candidato de consenso.
Fuente La Nación