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“Las Praderas Club Campos de Golf” es uno de los countries más antiguos y exclusivos de la provincia de Buenos Aires. Ubicado sobre la ruta 192, en la localidad bonaerense de Open Door, partido de Luján, tiene más de 250 hectáreas, perímetros con sensores de movimiento, personal de seguridad privada y hasta policías de la Bonaerense realizan horas adicionales. No parece un lugar “amigable” para robar. Sin embargo, una banda armadase las ingenió para entrar a la casa de un poderoso empresario de la construcción, tomarlo como rehén durante cerca de dos horas y robarle una importante suma de dinero.
El golpe ocurrió en la madrugada del martes 17 de noviembre pasado. Sergio Cisilloto (64), uno de los dueños del corralón Cisilloto HNOS que funciona en Moreno y Luján, estaba durmiendo cuando cuatro sujetos armados entraron a su casa y lo despertaron.
El empresario estaba junto a su esposa y uno de sus hijos, de 24 años. Según fuentes policiales, los tres fueron reducidos y maniatados con corbatas que sacaron de uno de los roperos.
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Los autores llevaban barbijos y guantes de látex para no dejar rastros. Los investigadores sospechan que no se trató de un robo al voleo y que contaban con información clasificada. Para ellos se trató de un “golpe comando planificado”, como otros tantos que ocurrieron durante la cuarentena en distintos countries de la zona norte y sur del conurbano bonaerense.
De acuerdo a las fuentes, los delincuentes permanecieron en la propiedad durante cerca de dos horas. No está claro cuánto dinero sse llevaron, aunque los voceros indicaron que se trató de una cifra importante.
El parte policial detalla que sustrajeron “dinero en efectivo, dólares y pesos a determinar”, y también que robaron los tres teléfonos celulares de las víctimas.
Una de las pistas que manejan los pesquisas es que contaron con ayuda de un vecino o bien alquilan una propiedad en el country. La sospecha tiene que ver con que los sensores de los perímetros no se activaron y que los guardias no advirtieron movimientos extraños a la hora del robo.
El fin de la burbuja
Hace rato que los countries dejaron de ser un lugar seguro para vivir. La escasa inversión en tecnología y la reducción de guardias y personal para bajar el valor de las expensas los convirtieron en un blanco fácil y atractivo de las grandes bandas. Desde que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, hubo al menos quince golpes armados en barrios de la zona norte y sur del conurbano bonaerense.
El abogado Raúl Castro, especializado en Derecho de la Propiedad Horizontal y Conjuntos Inmobiliarios, y en Seguridad Privada, dice a Perfil que con “esta metodología (copamientos) hay mucho para modificar de los dispositivos ya emplazados”. “Gran parte de estos emprendimientos no fueron pensados para evitar estos ataques sino para monitorear y reaccionar a intrusiones en el perímetro, por eso muchos tienen el búnker en el pórtico de entrada, que es justamente donde van ahora y los toman, y así anulan las conexiones con el exterior”, explica.
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“Hay que empezar a cambiar”, dice y asegura que es clave “migrar los búnkeres, llevarlos a un lugar interno, que esté más lejos del perímetro. Y hay que generar soporte de conectividad para tener un enlace”.
Por su parte, Daniel Banda, presidente del Comité Argentino de la Asociación Latinoamericana de Seguridad (ALAS), coincide que los casos se repiten por la “falta de tecnología”.
“Tenés que tener un accionador inmediato, que comunique el evento de asalto con un botón de pánico con la dependencia policial y al mismo tiempo con los vecinos, porque los vecinos tienen que saber lo que está pasando. Es sólo tocar un botón, es una acción simple, una sola, sin despertar inquietud en quien viene a copar el lugar”, asegura.
