Tras unas semanas de tratativas, finalmente el laboratorio británicoAstraZenecaacordó con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) y el Instituto Gamaleya utilizar un componente de la vacuna Sputnik V para probarla en los ensayos clínicos adicionales de su propia inyección contra el coronavirus.
El pasado 23 de noviembre, después de la publicación de resultados de la eficacia de la vacuna Sputnik V, el RDIF y el Centro Gamaleya ofrecieron a AstraZeneca, que desarrolla su inyección en colaboración con la Universidad de Oxford, el uso de uno de los dos componentes de la versión rusa.
Según los desarrolladores de la Sputnik V, la inyección tiene una eficacia superior al 90 por ciento, mientras que la de Oxford y AstraZeneca se ubica entre el 62 y el 90. No obstante, esta última fue la primera vacuna en proporcionar evidencia preliminar que logra detener el Sars-Cov 2 tras una publicación en la revista The Lancet esta semana.
“AstraZeneca aceptó la propuesta de RDIF y, antes del fin de 2020, empezará ensayos clínicos de su vacuna en combinación con el vector adenovirus humano del tipo Ad26 de la vacuna Sputnik V. Esta investigación permitirá a los científicos de AstraZeneca estudiar la posibilidad de aumentar la eficacia de su vacuna gracias a la aplicación de este enfoque combinado”, consignó el RDIF en un comunicado este viernes 11 de diciembre tras dar a conocer la colaboración entre las instituciones europeas.
Vacunas: Sputnik V propuso a AstraZeneca unir fuerzas para alcanzar una mayor eficacia
Desde el organismo ruso indicaron que la singularidad de la Sputnik V se basa en el uso de dos componentes diferentes, basados en adenovirus humano, en dos inoculaciones separadas, con el objetivo de introducir material genético de la ‘espina’ del coronavirus en el cuerpo humano. “Este enfoque permite generar una respuesta inmune más fuerte y duradera, en comparación con otras vacunas que usan el mismo componente para dos inoculaciones”, destacan.
“Esta metodología con dos vectores adenovirales diferentes, para una inmunización primaria y una de refuerzo, es un descubrimiento único y revolucionario de los científicos del Centro Gamaleya. Permite evitar la reacción inmune al primer vector, que se forma tras la primera inmunización, y por lo tanto aumentar la eficacia y generar inmunidad a largo plazo”, amplían.
Kirill Dmitriev, director ejecutivo del RDIF, comentó: “Este ejemplo único de cooperación entre científicos de países diferentes en la lucha conjunta contra el coronavirus jugará un papel clave en la victoria final sobre la pandemia a nivel global. La vacuna rusa Sputnik V ya está, hoy en día, salvando vidas en Rusia a través del programa de vacunación a gran escala. Celebramos el principio de esta nueva etapa de cooperación entre productores de vacunas. Estamos determinados a desarrollar esta colaboración en el futuro y empezar la producción conjunta una vez la nueva vacuna haya demostrado su eficacia en el transcurso de los ensayos clínicos”.
El acuerdo con Argentina
El RDIF y el gobierno de Alberto Fernández ratificaron el acuerdo que se firmó el miércoles 9 para el suministro a la Argentina de 10 millones de dosis de la vacuna Sputnik V, que ya se aplica en Rusia. “Vamos a poder contar con las dosis suficientes para poder vacunar entre enero y febrero a 10 millones de ciudadanos”, aseguró el mandatario en una conferencia de prensa junto al ministro de Salud, Ginés González García.
“Los tiempos de entrega se estiman en una primera remesa de 600 mil dosis para vacunar a 300 mil personas antes de fin de año; en enero con dosis suficientes para 5 millones de personas; y en febrero se completará el resto de las dosis necesarias para alcanzar la vacunación de las 10 millones de personas que estamos previendo”, detalló el jefe de Estado ayer jueves 10 de diciembre.
B.D.N./FeL