Las calles estaban medio vacías el jueves en Edimburgo, donde la tradicional fiesta de fin de año “Hogemanay” fue anulada debido al confinamiento por el coronavirus. Los escoceses afrontan el 2021 preocupados por el Brexit, aunque muchos esperan que dé un nuevo impulso al proceso de independencia.
La jefa de gobierno escocesa, Nicola Sturgeon, lo dejó claro en el primer día del año, tras la salida definitiva del Reino Unido de la Unión Europea. En un mensaje en Twitter, escribió: “Escocia volverá pronto, Europa. Mantengan la luz encendida”.
La líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) retiró su voluntad de luchar por lograr que una Escocia independiente vuelva, eventualmente, a adherirse al bloque comunitario.
En su tuit, Sturgeon incluye una imagen con las palabras “Europa” y “Escocia”, entrelazadas por un icono de un corazón, una imagen que ya había sido proyectada en un lateral del edificio de la sede de la Comisión Europea en Bruselas.
Scotland will be back soon, Europe. Keep the light on ???????❤️??❤️??????? pic.twitter.com/qJMImoz3y0
— Nicola Sturgeon (@NicolaSturgeon) December 31, 2020
La calle comercial Royal Mile, donde en las vidrieras se suceden los productos típicos de Escocia, como el whisky o el tartán, estaba medio desierta y cubierta por la nieve este viernes.
Los pocos peatones expresaban su preocupación por la culminación del Brexit a las 11 de la noche del jueves (la medianoche del viernes en Bruselas).
“Es realmente triste salir de la Unión Europea, pero ahora deberemos volver a impulsar el proceso de independencia”, asegura Zoe Stewaert, que en el referéndum de 2016 votó a favor de quedarse en la UE, como lo hicieron el 62% de los escoceses.
Otro referéndum
El Partido Nacionalista Escocés, de Sturgeon, es el gran favorito para las elecciones locales de mayo de 2021 e insiste en que quiere organizar un segundo referéndum de autodeterminación, después de que el “no” a la independencia ganara en la consulta celebrada en 2014.
Una amplia victoria del SNP en los próximos comicios aumentaría la presión sobre Londres para que acepte un nuevo referéndum, al que ya han bautizado como “indyref2”.
Sin embargo, el primer ministro británico, Boris Johnson, se opone con firmeza a esta segunda votación, aunque su negativa puede desembocar en una crisis política en Escocia.
Un manifestante anti-Brexit pide un nuevo referéndum por la independencia de Escocia, este jueves frente al Parlamento en Edimburgo. Foto: AFP
Algunos militantes ignoraron el confinamiento para manifestar simbólicamente bajo las ventanas del Parlamento escocés, enarbolando banderas.
“Tienen que oír nuestra angustia sobre este Brexit y el acuerdo posBrexit que es malo para nuestra economía, para nuestro bienestar y que nos va a afectar negativamente a todos los niveles. Es totalmente antidemocrático. Los escoceses no han votado a favor del Brexit y con certeza no apoyan a este gobierno que lo defiende”, dijo a la AFP Morag Williamson, un profesor retirado.
Un 58% de los escoceses se posiciona a favor de la ruptura con Reino Unido, según un sondeo reciente de Savanta ComRes para el diario Scotsman, que reflejó un nivel de apoyo a la independencia especialmente elevado.
“Es muy difícil detectar una tendencia, ya que varía. Durante el primer semestre de 2020, la cosa estaba 50 a 50. Pero durante el segundo semestre (los partidarios de la secesión) superaron el 50% y alcanzaron el 59%”, sobre todo por la gestión de la crisis del covid-19, explica Nicola McEwan, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Edimburgo.
Una calle desierta en el centro de Edinburgo, este jueves 31 de diciembre. Escocia quiere independizarse del Reino Unido y volver a la UE. Foto: AFP
Sturgeon, con altos niveles de popularidad, sacó provecho de su gestión de la pandemia, mucho mejor valorada por la opinión pública que la actuación errática de Johnson durante la crisis sanitaria.
En campaña
Mike Blackshaw ya hace campaña a favor de la secesión desde su “Yes Cafe”, decorado con un retrato de la primera ministra y donde suelen reunirse militantes independentistas de Edimburgo.
Las camisetas y los pines ya están preparados, así como una nueva bandera independentista, que mezcla los colores del estandarte de Escocia con los de la UE.
“El año 2021 será decisivo para el movimiento independentista”, afirma esperanzado Mike Blackshaw, que milita por la secesión desde hace décadas.
Blackshaw, con una larga barba blanca, tiene claro cuál será su deseo para el “first footing”, una tradición escocesa que dice que el simbólico primer paso tras medianoche da buena suerte: “Un referéndum en septiembre, ganarlo y después ya podré vivir tranquilamente”.
Fuente: AFP
CB
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