Argentina sigue perdiendo terreno en la relación con Brasil, su principal socio comercial. En 2020, las exportaciones a ese país se derrumbaron 26,1%, casi tres veces más que las compras de Brasil al resto de los países, que cayeron solo 9,4%.
Esta mala performance hizo que en el año que terminó se perdiera el superávit comercial. Así de un saldo a favor de US$ 760 millones en 2019 se pasó a un déficit de US$ 700 millones en 2020.
Un informe de la consultora Ecolatina destaca que en diciembre hubo un déficit de US$ 20 millones en el comercio bilateral, resultado de una caída de las exportaciones del 15%, con US$ 770 millones, y un incremento del 11% de las importaciones, que rozaron los US$ 790 millones.
La consultora apunta que en el año “la desaparición del resultado positivo obedeció íntegramente al desplome de las exportaciones (-26,1% interanual), muy golpeadas por la crisis de la economía y especialmente de la industria brasileña, ya que las importaciones retrocedieron 13% interanual en el último año”.
No obstante, las perspectivas macroeconómicas de ambos países hacen prever “una balanza comercial bilateral al menos equilibrada para 2021, cerrando una fuente de sangría de dólares”.
La pandemia no es la única explicación para el mal resultado. “Aunque una parte no menor del mal desempeño exportador se explicó por la pandemia, también hubo factores propios de la economía argentina”, analiza la consultora. Esto queda claro al ver que el resto de las compras de la economía brasileña cayeron 9,4% en 2020, casi tres veces menos que la baja argentina.
Como resultado, la participación del país en las importaciones brasileñas pasó de 6% en 2019 a menos de 5% el año pasado, el menor valor desde el 2000.
La mala performance de la industria automotriz fue decisiva para el derrumbe las exportaciones, ya que el sector agrupa uno de los mayores flujos de comercio bilateral. Jaqueada durante varios meses por las restricciones que impuso la cuarentena, las automotrices brasileñas tuvieron un año particularmente malo y las compras al exterior de autos livianos se desplomaron casi 50%, las de autopartes, 40% y las de vehículos pesados, 35%.
También influyó en esto la brecha cambiaria y el abaratamiento del real. “Aunque no habría sido deseable devaluar de manera más acelerada para seguir a la primera moneda del Mercosur, por el impacto que habría tenido sobre los precios y los salarios, el comportamiento de ambas monedas pudo haber generado sustituciones de producción argentina por brasileña“.
Pero aún flexibilizadas las restricciones operativas, “las expectativas de devaluación y una brecha en torno al 100% invitaron a posponer las ventas al exterior y alentaron su subfacturación”, alertan.
De cara al 2021, “las perspectivas son más alentadoras” al señalar que “la pandemia debería ceder y las restricciones operativas ser menores, de modo que las exportaciones crecerán, al menos, por el efecto base de comparación”.
Al respecto, se considera que “las perspectivas de recuperación de la economía brasileña deberían traccionar parte de las compras al país”.
En ese sentido, el Banco Central de Brasil mejoró, nuevamente, su proyección respecto al retroceso del nivel de actividad en 2020. De este modo, estima que el Producto Bruto Interno (PBI) se contrajo un 4,4%, por debajo del 5% estimado previamente. Para 2021, la autoridad monetaria prevé un repunte de la economía del 3,8%, levemente inferior al cálculo anterior.
Un informe de la Cámara argentina de Comercio (CAC) detalla que en relación a los destinos, Argentina se posicionó en cuarto lugar entre los mayores proveedores de Brasil, detrás de China, Hong Kong y Macao (US$ 3223 millones), Estados Unidos (US$ 2001 millones) y Corea del Sur (US$ 887 millones). A su vez, entre los principales compradores de Brasil, Argentina se ubicó tercera, detrás de China, Hong Kong y Macao (US$ 4555 millones) y Estados Unidos (US$ 2436 millones).
AQ