“Soy incapaz de matar a alguien o de intentar matar a alguien”, repitió Juan Ignacio Buzali (47), esposo de la diputada provincial Carolina Píparo (44), ante la fiscal María Eugenia Di Lorenzo. Está imputado por “doble homicidio en grado de tentativa” en perjuicio de Luis Lavalle (23) y un chico de 17 años, los motociclistas a los que atropelló con su Fiat 500L al confundirlos con los ladrones que los habían asaltado en los primeros minutos del Año Nuevo en La Plata.
La indagatoria empezó a las 13.30 del sábado y duró más de cinco horas. Buzali estuvo acompañado por sus abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola, los mismos que representaron a su esposa por la brutal salidera bancaria ocurrida en 2010, cuando motochorros balearon a Píparo y le hicieron perder su bebé en gestación. Isidro nació en una cesárea de urgencia y sobrevivió una semana.
“Lo que pasó fue un infortunio y un accidente“, sostuvo Buzali, quien insistió: “Mi intención nunca fue lastimar a nadie, ni matar a nadie. Si no pienso en lastimar, menos matar”.
La pareja fue asaltada por seis motochorros la madrugada del 1° de enero último en la calle 47, entre 15 y 16, cuando llevaron al padre de Buzali a su casa tras haber celebrado el fin de año en el country Grand Bell, adonde viven. “Cuando a ella le apuntan, yo automáticamente grito: ‘¡No, otra vez no!‘, y los motochorros se apuran, Carolina puede abrir la puerta y les da la cartera. Cuando se van, Carolina empieza a gritar: ‘¡No, otra vez no, no puede ser lo que me pasó, otra vez!“.
Buzali, antes de la indagatoria. Foto Mauricio Nievas
En la indagatoria, a la que accedió Clarín, el marido de la diputada de Juntos por el Cambio detalló cómo fue la secuencia del robo y el incidente por el cual terminó detenido este viernes. Luego de la llegada de la Policía, les dijeron que tenían que ir a la comisaría a hacer la denuncia por el asalto. En el camino vieron unas motos y pensaron que eran los delincuentes.
–“¿No son estos los que nos afanaron?”, dijo Buzali.
–“Para mí sí, porque el último tiene un buzo color azul turquesa”, replicó Píparo.
–“Sigámoslos y vos llamás al 911”, pidió su marido, de acuerdo a su relato ante la fiscal.
Buzali añadió que, en medio de la persecución, uno de los conductores de las motos “se da vuelta, me mira y me tira el típico volantazo para encerrarme”.
-“¡Nos matan!“, exclamó el hombre.
-“Yo no quiero morir“, le respondió su esposa.
“Cuando esa moto me tira el volantazo, a mí no me queda opción, y ahí siento que golpeamos la moto”, expresó el detenido. En ese vehículo estaban Lavalle y el adolescente, que no tenían nada que ver con el robo y terminaron heridos. La pareja no se detuvo a asistirlos.
Según argumentan, fue porque sentían que los iban a “linchar” los ocupantes de las otras motos. “Jamás quise apuntar a un bulto o las demás motos”, se defendió Buzali.
Después de pasar por un control policial, se detuvieron en otro, en 12 y 54, frente a la Catedral. “Nos están persiguiendo, nos quieren matar, nos robaron“, les dijo Buzali a los agentes, mientras los motociclistas los insultaban. “Cuando Carolina se baja, se escucha que estos muchachos le dicen a la Policía algo como por qué no los dejan que nos caguen a trompadas”, manifestó Buzali.
Durante la indagatoria, el detenido recibió preguntas de sus abogados. “¿En algún momento pasó por tu cabeza vengarte por haber sido víctima de un robo?”, inquirió Burlando. A lo que su cliente contestó: “No, y no me pasó en el 2010 tampoco“. Asimismo, dijo que estaba “nervioso, abrumado y temeroso“, pero no “enojado”.
Fernando Burlando y Fabián Améndola, abogados de Píparo y Buzali.
Sobre los motociclistas atropellados, enfatizó que “siempre” pensó que eran los delincuentes. Y respecto de las acusaciones del abogado de las víctimas, Martín De Vargas, de que había vomitado en el baño de la comisaría y dejado un fuerte olor a alcohol, aseguró: “Una sola vez me relajé y tuvimos la respuesta de que el chico que habíamos colisionado le habían dado el alta y estaba en la casa. Me descompuse, me agarró diarrea y fui al baño. Había un balde ahí y fui a buscar agua para tirar porque el baño estaba todo tapado”.
Buzali, preso en la DDI de La Plata, negó haber tomado alcohol, ni siquiera para el brindis de Año Nuevo. “No, porque a mí me gusta solo la cerveza y cuando me enteré que tenía que llevar a mi padre para su casa casa más tarde, decidí no tomar nada. Además, porque me cuido mucho por Caro, que es una figura pública”, indicó.
Carolina Píparo, tras declarar como testigo. Foto Mauricio Nievas.
Para la jueza de Garantías platense Marcela Garmendia, que ordenó su arresto, “fue clave la pericia planimétrica accidentológica y un video que demuestran que Buzali embistió a los motociclistas desde atrás, de lleno”.
“Tanto los testigos oculares del hecho como también la prueba pericial agregada, demuestran el desprecio de la vida ajena y la representación del resultado muerte, en la conducta asumida antes, durante y después del hecho, por el conductor del Fiat 500L”, consideró Garmendia.
La diputada Píparo declaró como testigo la semana pasada y dio la misma versión que su marido. Por el robo, fue detenido un adolescente de 14 años. Sus cinco cómplices siguen prófugos.
EMJ
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