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La siituación del empresario gastronómico Claudio Alberto Tinari (44), que tenía la concesión del restaurante de un balneario de Pinamar, se complica día a día. Está detenido desde el lunes en la comisaría 5° del Partido de la Costa acusado de abusar sexualmente de una de sus empleadas. Y este jueves, además, el fiscal de General Madariaga Walter Mercuri pidió una ampliación de esa detención pero ahora por el delito de “promoción de la prostitución y explotación laboral agravada”.
De acuerdo al expediente, al que tuvo acceso Clarín, las víctimas del delito de explotación sexual son tres mujeres, todas integrantes del staff que Tinari había contratado para el servicio durante la temporada de verano en el restaurante del balneario Botavara de Pinamar, que el empresario oriundo de Morón había concesionado y cuya posesión había tomado el 17 de diciembre pasado.
La explotación laboral involucra a por los menos tres personas mayores y a un adolescente de 17 años. El pedido de ampliación de la detención, ahora por esta acusación a cargo de Mercuri, deberá ser definida por David Mancinelli, juez de Garantías de Villa Gesell. Si se concreta, Tinari volvería a ser llamado a indagatoria. Ya se negó a declarar en la causa que sigue el fiscal Juan Pablo Calderón, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Pinamar y que investiga el abuso sexual de una de las empleadas de empresario, ocurrido el 22 de diciembre y certificado por una pericia médica, además de la declaración de la denunciante.
Con respecto a la investigación, el fiscal Calderón solicitó pericias psicológicas tanto a la víctima como al imputado. Ya se le tomó declaración a la pareja de Tinari, empleada municipal de Pinamar, quien trató de sacar a su novio de la escena del ataque sexual, cometido en el Hotel Trinidad (donde los empleados fueron hospedados hasta pasar a la casa alquilada por Tinari en Enrique Shaw al 3000). “No es creíble”, aseguró una fuente con acceso a la causa.
En cuanto a la causa por prostitución y posible trata laboral se conocieron audios incluidos en el expediente y a los cuales se les realizarán pericias tecnológicas para confirmar que sea la voz del propio acusado. Esta prueba fue aportada vía e-mail por las propias víctimas, que lo grabaron mientras habitaban la casa en avenida Shaw.
En uno de los fragmentos de los audios se escucha al empresario amenazando a varios de los empleados que querían renunciar.
“No estoy contento con la decisión que tomaron. Me siento súper herido, porque les dí todo sin conocerlos y que me digan ahora que se van a Mendoza después de haber demostrado quiénes eran y todo. Igual yo tengo un plan B, un plan C, tengo tres equipos de cocina armados por si ustedes se van. No soy un boludo, soy un empresario”, expresó. Y agregó: “Está re mal lo que hicieron, eso no se le hace a nadie. Todo lo que se hace mal en esta vida acordate que siempre se paga”.
En otro de los audios incluidos en la causa se escuchó como Tinari les pidió la ropa que supuestamente les había comprado y los amenazó: “Si no me devolvés toda la ropa que yo di, el XL ese que le di a la gorda esa deformada, los gorros, la ropa, que me deben y no me pagan lo que me tienen que pagar, los voy a buscar por todo Pinamar. Y esto no es un amenaza, es una advertencia que no van a poder trabajar en ningún hotel, amigo. Porque acá hay otra historia, esto no es una amenaza, esto es poder político, pá…”.
“Los empleados salen de abajo de la tierra, nadie es imprescindible acá. Y si tu barman se quiere ir, que me chupe la (…) Barman salen de abajo de la tierra. Tu barman es un inútil, tengo mil”, se escucha gritar a Tinari en otro de los audios aportados al expediente. Y finaliza: “Acá yo soy bueno, soy bueno, pero si soy malo soy recontra malo. Si vos querés a Dios, tenés a Dios. Si querés al Diablo, tenés al Diablo”.
Además, Tinari tiene una pena de prisión en suspenso por el delito de “exhibiciones obscenas agravadas y daños”, otorgada por el Departamento Judicial de Morón. Según los voceros, en esa causa el hombre fue juzgado luego de haber sido descubierto mostrando sus genitales en la puerta de un jardín de infantes.
GL
En los últimos diez años en Argentina hay un promedio de un femicidio cada 30 horas. Según estadísticas de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema, sólo en 2018 fueron 278. La mayoría de los asesinatos ocurren en las casas de las víctimas y son cometidos por parejas o ex.
Dónde llamar
Atención para mujeres en situación de violencia.
Atención a Víctimas de Violencia Familiar.
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