Por Guido Carelli Lynch
Después del mal dato de los precios de diciembre y en medio de una aceleración inflacionaria, en la Rosada rechazan dar ahora más aumentos de ingresos.
El salto inflacionario del 4 por ciento registrado en el último mes de 2020 puso en jaque la promesa de Alberto Fernández de que las jubilaciones superarían el aumento de precios. “Dije que los jubilados no iban a perder más contra la inflación y lo cumplí; cada jubilado y jubilada sabe que no estoy mintiendo”, dijo el jefe de Estado el 3 de enero al promulgar la nueva ley de cálculo previsional en Mar del Plata. Ahora, tras la publicación de las últimas cifras del INDEC y con el fantasma de un verano caliente en materia inflacionaria, en el Gobierno sostienen las palabras del mandatario y rechazan la posibilidad de otorgar un nuevo bono para compensar a los jubilados. Así lo confirmaron a Clarín en uno de los despachos más importantes de la Casa Rosada.
En ANSES repiten la misma conclusión y defienden la postura de que las jubilaciones mínimas le ganaron a la inflación gracias a los tres bonos por $13 mil que el Ejecutivo otorgó. “Con los bonos los jubilados quedaron por arriba de la inflación y con la nueva ley de movilidad (que empezará a aplicarse a partir de marzo) un nuevo bono no sería lógico; pero esto es dinámico, más en pandemia”, concedió un funcionario de ANSES.
En el Ejecutivo sostienen que cada uno de los 4,5 millones de jubilados que cobran el haber mínimo recibieron en 2020 $10.958,6 por encima de la inflación, el equivalente a un 5,6% adicional, según se destaca en un documento interno al que tuvo acceso este diario. Según ese informe, cada jubilado y pensionado de la mínima embolsó en el año $207.824,4.
Para llegar a ese cálculo tienen en cuenta los $13 mil otorgados en 3 bonos ($5mil en diciembre de 2019; $5mil en enero y $3mil en abril). El problema es que esos desembolsos no se integran a los haberes y no son tenidos en cuenta para futuros aumentos.
Además, los bonos de diciembre de 2019 y de enero de 2020 servían para recomponer los haberes desactualizados durante los años anteriores. “Ya hemos ido en auxilio de los que perciben la jubilación mínima, ofreciendo un ingreso adicional de $10 mil totales que percibirán en dos cuotas”, expuso Fernández 10 días después de asumir.
Según la óptica oficial, los jubilados también tuvieron un alivio en el bolsillo gracias al vademécum con 170 remedios gratuitos que incorporó el PAMI y que representaría un ahorro de $3200 por jubilado en promedio. “A los jubilados les preservamos sus ingresos fijándoles inclusive un nuevo modelo de movilidad de sus haberes y les devolvimos la gratuidad de los remedios que requieren. Cumplimos”, dijo el Presidente a sus ministros vía Whatsapp el 30 de diciembre.
No obstante, no hubo recomposición de los haberes durante el año pasado y las jubilaciones mínimas casi mantuvieron el retroceso real de 2016 a 2019. “Hemos tomado la medida del aumento del 5% para las jubilaciones. Esto le da un incremento a las jubilaciones mínimas del 35,3% en lo que va del año. De este modo el 75% de los beneficios previsionales le ganan a la inflación”, afirmó el jefe de Gabinete Santiago Cafiero el 18 de noviembre, en la Casa Rosada, en compañía de la titular del ANSES Fernanda Raverta, al anunciar la última de las cuatro actualizaciones por decreto. Según el INDEC, en diciembre se alcanzó una inflación anualizada del 36,1.
La pérdida podría haber sido mayor si el Gobierno no hubiera dado marcha atrás con la idea de que el aumento anunciado en noviembre fuera a cuenta del previsto para marzo, con la nueva ley de cálculo. Las jubilaciones máximas, por encima de los $ 19.035, tuvieron un retroceso más grande: apenas recibieron un aumento del 24 por ciento.
En el Ejecutivo, pese a los números altos de inflación que figuran en el Presupuesto (29 por ciento) y a los pronósticos agoreros de las consultoras privadas que llegan al 50 por ciento, confían en un rebote de la economía por encima de lo que indica el Presupuesto (5.5 puntos del PBI) gracias al repunte sector industrial y, en particular, del automotriz. En la antesala de la carrera electoral, Fernández congeló -en acuerdo o por sugerencia de Cristina Kirchner- los aumentos de tarifas y de las prepagas.
En el Palacio de Hacienda imaginan un alza del salario real en 2021, pero más por la baja de la inflación -un proceso paulatino- que por las paritarias.
Fuente Clarin