Especialistas del Conicet estudian la dificultad o falta de concentración, denominada “niebla mental”, que presenta una gran cantidad de pacientes como parte de las secuelas del coronavirus.
“Estamos viendo con preocupación que muchas personas, al superar el cuadro agudo, ven algunas secuelas en su salud”, señaló Jorge Geffner, investigador del Conicet y profesor de Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
El especialista indicó que algunos de los males que deja el COVID-19 son “un cansancio excesivo y la denominada `niebla mental´, que es como una dificultad o falta de concentración”.
Qué consecuencias pueden tener los pacientes recuperados de Coronavirus
En diálogo con la AM 990, Geffner remarcó que “en la mayoría de los casos se resuelve”, aunque aclaró que “puede ser después de tres, cuatro meses o incluso más” de haber contraído coronavirus.
“En estos casos es muy importante volver al médico de cabecera para llevar adelante una buena recuperación”, destacó el investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
Los estudios acerca de las secuelas del coronavirus se siguen profundizando. De acuerdo a un análisis publicado en la revista Clinical Microbiology and Infectionos, pacientes con covid-19 que experimentan incluso una enfermedad leve corren el riesgo de sufrir síntomas durante meses.
Estudian qué secuelas deja el coronavirus en pacientes recuperados
Dos terceras partes de los pacientes que tenían un caso leve a moderado de covid-19 informaron síntomas 60 días después de enfermarse, y más de un 33% aún se sentía enfermo o en peor estado que cuando comenzó la infección por coronavirus.
Los síntomas prolongados eran más probables entre los pacientes con edades comprendidas entre los 40 a 60 años y aquellos que requirieron hospitalización, según el personal del Hospital Universitario de Tours, que realizó un seguimiento a 150 pacientes no críticos de marzo a junio.
A partir de este cuadro, se están abriendo clínicas post-covid a raíz de la pandemia para atender a una creciente población de pacientes con largas secuelas: sobrevivientes con cicatrices en los pulmones, daños coronarios crónicos, fatiga post-viral y otras condiciones persistentes y debilitantes.
AB