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“Viejita, salgo a correr y después vengo. Sabés que te amo mucho“. Las palabras que Amada (51) escuchó de su hijo Ariel Maidana (23) serían las últimas. El joven fue asesinado poco más tarde, cuando estaba con una amiga, para robarle una vieja campera, en Guernica, partido de Presidente Perón. Su hijo de 3 años se para todas las tardes en la puerta de su casa, esperando que llegue.
Por el homicidio fue detenido un adolescente de 16 años. Y está prófugo otro, de 18. Ocurrió el pasado lunes 8, cerca de las dos de la madrugada en la esquina de las calles 4 y Crisólogo Larralde, a metros del Paseo de los Artesanos. Una cámara de seguridad municipal registró la huida de los atacantes y cuando Maidana cayó fulminado, por las puñaladas, frente al anfiteatro, mientras intentaba perseguirlos.
Ariel trabajaba en albañilería y herrería. Con su hermano Sebastián (24) solía hacer tareas de zanjeo para las empresas distribuidoras de energía eléctrica. Tenía un hijo de 3 años y una beba de 5 meses, con distintas mujeres. Era uno de 12 hermanos (6 varones y 6 mujeres). Vivía con su madre en el barrio Las Lomas. Su padre falleció hace cuatro años.
“Era el que estaba todo el tiempo con ella, está destrozada. Se levantaba todas las mañanas y le decía: ‘Viejita, vení que ya está el mate‘. Llegaba a la noche de trabajar y se ponía a cocinar, entonces le decía: ‘Viejita, vení que ya está la comida‘. Era muy amoroso con ella”, contó Sebastián.
Por el crimen de Ariel Maidana (23) en Guernica, detuvieron a un adolescente de 16 años. Otro está prófugo.
La víctima salía a correr todas las medianoches con una amiga. Solían volver a sus casas pasada la una de la madrugada. Cuando sucedió el homicidio, habían atravesado la zona del viejo puente ferroviario “Pajarito”.
“Vinieron de atrás los ladrones y lo empezaron a patear. Mi hermano agarró a uno y el otro le pegó las puñaladas. Cuando salieron corriendo uno le manoteó la campera, que la tenía en el brazo”, aseguró Sebastián.
Fue lo único que le robaron. “Era una campera negra, vieja, la usaba para trabajar, estaba toda gastada. Te digo la verdad, si la hubiera querido vender no se la comprarían en ningún lado”, se sinceró el hermano.
El homicidio es investigado por la Unidad Funcional del Joven N° 2 y el Juzgado de Garantías del Joven N° 2 de los Tribunales de La Plata. Según las fuentes, el menor había sido detenido en enero por intentar robar en una casa junto a tres cómplices.
Ariel Maidana (23), asesinado para robarle una campera en Guernica.
La familia Maidana todavía ni siquiera recibió el informe de la autopsia, realizado en La Plata, para saber cuántas cuchilladas recibió Ariel. Y tampoco accedieron a las imágenes de las cámaras de seguridad del Centro de Monitoreo. Solo esperan justicia, que detengan al prófugo (oriundo del barrio Panamérica) y que no liberen al adolescente de 16 años (del barrio 25 de Mayo) que fue atrapado con la campera robada por personal de la comisaría 1era. de Guernica.
El cuerpo se lo entregaron la noche del asesinato. Pudieron hacer un velatorio de dos horas y despidieron sus restos al día siguiente en el cementerio de Guernica.
En las redes sociales, familiares y amigos lanzaron una campaña para exigir que la Justicia “no se lave las manos” en este caso, al tratarse de una familia humilde. “Siempre iba por la vida diciendo permiso, por favor y gracias. Cuidaba de sus amigos cuando estaban enfermos y a su papá que la luchó hasta lo último. No era perfecto, pero era un ejemplo como padre, como amigo, como hijo, como tío era el mejor“, escribió una de sus primas.
El nene de 3 años todavía no entiende por qué su papá no lo va a buscar más al terminar de trabajar. Se para en la puerta de su casa, todas las tardes, y grita: “¡Ariel, Ariel!“, en búsqueda de una respuesta que nunca llegará.
EMJ
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