Decidido a encapsular el escándalo de las vacunas VIP en la figura de Ginés González García y preocupado por contener la crisis -cuyos alcances todavía se desconocen- el Gobierno oficializó a Carla Vizzotti al frente del Ministerio de Salud y buscó dar vuelta la página.
Virtual viceministra durante la pandemia, Vizzotti es la funcionaria que, dentro de su organigrama, tenía a su cargo formalmente el plan de vacunación. Pero en el Gobierno se ocuparon de repetir que la flamante ministra no estaba al tanto del “vacunatorio exclusivo” que se montó esta semana en el edificio de la cartera sanitaria, emplazado sobre la avenida 9 de Julio. “Hablamos con ella. Estaba en Entre Ríos cuando ocurrió”, señaló un colaborador cercano al Presidente. “En la lista están los amigos de Ginés, no los amigos de Carla”, intentó justificar otro portavoz que resaltaba que la funcionaria y el exministro se habían distanciado en el último tiempo.
El Gobierno también asegura que Fernández no estaba al tanto de la vacunación en el Ministerio de Salud bajo la órbita de González García, y que tampoco conocía los casos del diputado Eduardo Valdés y el senador Jorge Taiana, los dos legisladores oficialistas que, como reveló Clarín, fueron inoculados en la cartera sanitaria el jueves.
Ayer, ambos legisladores emitieron un comunicado en el que señalaron que se vacunaron “luego de haber sido invitados por el Presidente a integrar su comitiva en el viaje a México” y que ante esa situación consultaron “a las máximas autoridades sanitarias del país”. “Por cuestiones de disponibilidad, se programó el día jueves 18 de febrero en el Hospital Posadas. Minutos antes de la cita, se nos indicó que concurriésemos al Ministerio de Salud”, agregaron.
La lista de “vacunados VIP” en el Ministerio alcanza a diez personas. Además de los legisladores, figuran el periodista oficialista Horacio Verbitsky, el empresario marplatense Florencio Aldrey Iglesias con tres familiares. La nómina se completa con Félix Guille (un jubilado de 72 años), el reconocido traumatólogo y profesor emérito de la UBA Salomón Schächter y el empresario Seza Manukian.
Fuente La Nación