Por Luis Gasulla
La vicepresidenta se defendió acusando a jueces, fiscales, periodistas y medios de delitos de todo tipo.
Cristina Kirchner comenzó faltando a la verdad. Puso un manto de sospecha sobre los motivos reales por los cuáles la audiencia final en la causa Dólar Futuro, no se realizó de forma presencial. La causa había sido investigada por el fallecido juez Claudio Bonadío. Cristina estaba indignada porque su pedido de sobreseimiento no se realizó de forma presencial y no se televisó a todo el país. Cristina quiso presentarse ante el público en la causa judicial más política de todas pero se escondió en causas que la comprometen seriamente como Vialidad Nacional, Cuadernos, Hotesur y Los Sauces, entre otras.
Al igual que la causa Ruta del Dinero K, la justicia se maneja por zoom en tiempos de pandemia. Pero Cristina prefiere ver fantasmas y pensar que todo lo que sucede en el planeta Tierra es contra Ella.
Aseguró que el Lawfare sigue en su apogeo porque la habían citado para el 1 de marzo y después se trataba de un error. ¿Un error en el almanaque sería parte del Lawfare?
Insistió que el Lawfare es una corriente regional que persigue dirigentes nacionales y populares y que ella la sufrió en carne propia. Informó que el primer Presidente juzgado por un hecho de corrupción no fue peronista sino Hipólito Yrigoyen. ¿Tendrá algo que ver estos jueces con el radicalismo de 1928? Habló de Juan Domingo Perón como el Presidente que tuvo que «huir» en 1955. Tras la clase de historia de Cristina Kirchner, le echó la culpa de la persecución política a la justicia argentina de los últimos tiempos pero olvidó mencionar la tibieza de su partido peronista en la búsqueda de impunidad militar en 1983.
Explicó que el Lawfare tiene su pata mediática en el periodismo que cuenta hechos que no existen en el expediente judicial. ¿Hablará de los informes de C5N en el que se titulaba «Extorsionelli» o en que «Pirincho» era Luis Majul y su detención era inminente? ¿Se referirá a la victoria de Daniel Scioli en primera vuelta y su asunción presidencial que nunca ocurrió o el guion de Leonardo Fariña que no fue tal? Pero los escribas de Página 12 o los petardistas de Cristóbal López sentenciaron que todo ello estaba en causas judiciales como el desfalco en Vicentin, los Panamá Papers o la supuesta estafa en el Correo Argentino.
Lo chicaneó a Daniel Petrone por no conocerlo pero reivindicó a la militancia jueza Ana María Figueroa por la «valiente» denuncia de supuestos aprietes del macrismo, algo que no está comprobado. Fue la confirmación de la militancia de Figueroa, defendida por Cristina Kirchner, mientras dio a entender que el resto del tribunal «no da la cara». Todo lo hizo para explicar «por qué la presencialidad es tan importante».
Luego atacó a los denunciantes Mario Negri y Federico Pinedo. A Cristina Kirchner le llamó la atención que la denuncia se haya realizado cinco «exactos» días después de la elección presidencial, el 30 de octubre del 2015. Dijo que ese día no se sabía si al balotage iba Mauricio Macri o Sergio Massa. Una locura. El mismo día de la elección se supo que Macri competiría contra Daniel Scioli y que el líder del PRO venía en ascenso y era quien tenía más chances de llegar a Casa Rosada. Pero para Cristina el 30 de octubre no se sabía quién competiría contra Scioli. Insólito.
Sentada en los flamantes sillones del Senado que estrenó, días atrás, Cristina habló del «encantamiento» que genera en todos los argentinos el dólar. Le llamó la atención que la causa hubiese caído en «el inefable» juzgado del Doctor Bonadío. A esta altura, perdimos la cuenta de la cantidad de mentiras de Cristina Kirchner. Se preguntó para qué Bonadió allanó el Banco Central en noviembre del 2015 y se respondió: «Provocar una corrida bancaria». ¿Hizo la denuncia? ¿De dónde saca esa sospecha? Cristina continuó atacando al fallecido juez Bonadío a quien le caían todas las causas -no se preguntaba lo mismo con Casanello u Oyarbide, en otra época-.
Recordó un allanamiento a las oficinas de Máximo Kirchner el día del cumpleaños de Néstor Iván, su hijo. «Le cayeron en el cumpleaños»… ¿Festejaba el cumple en la oficinas de Hotesur? En su cuento de victimización, el oyente debería preguntarse ¡cómo hizo esta mujer para hoy volver a manejar el poder real del país con todo lo que dice haber sufrido!
Cristina comenzó a hablar de devaluaciones y de un precio del dólar que sólo existió en su mundo paralelo. ¿Sabrá Cristina que en su cuarto gobierno, el dólar escaló de 40 pesos a 143?
Dijo sentir bronca por «lo que está pasando en el país». O sea que el gobierno de Alberto Fernández no es tan bueno. Pero claro los responsables son Mauricio Macri, los periodistas y los jueces «ustedes también son los responsables y causan, junto con los medios de comunicación, climas que impactan en los agentes económicos y en la economía». El fascismo en estado puro. Apuntó directamente a Petrone y Barrotaveña por negarle un recurso pero, obviamente, no mencionó a su jueza adicta, Ana María Figueroa.
En dos ocasiones, Cristina dijo que no hay justicia en este país porque «el otro está mirando partidos de futbol en Qatar» aludiendo a Mauricio Macri. En un año, Macri viajó a ver un partido pero para la ex Presidenta el hecho ocurrió 365 días del año. Comparó la visita del juez Hornos a Macri con su falso encuentro de Casanello con ella en Olivos. «Hasta hubo testigos que lo dijeron». ¿Sabrá Cristina que el armado de esa causa lo realizó uno de sus abogados predilectos en el Puf? ¿Lo habrán armado adrede para victimizarse y, de paso, disciplinar al juez? Cristina prejuzgó a Hornos pero calló ante los probados encuentros del juez militante Alejo Ramos Padilla con la familia del vacunador vip, Valdés.
En el final, dijo que se comprobó que Stornelli quiso ponerle droga al marido de su ex mujer y la extorsión. El primer hecho no existe en el expediente judicial. Existe un diálogo entre D´alessio y el fiscal en el que éste último dice «Dame merca» en alusión al término información. Ni el militante Padilla se animó a tanto…
Lo de la extorsión al supuesto chacarero Pedro Etchebest se cayó. No existió. Lo dijo la Cámara Federal de Mar del Plata y hasta la abogada del sinuoso empresario que nunca regresó de los EStados Unidos.
Too much.
Fuente Periodismo y Punto