En las cuatro ruedas cambiarias que lleva marzo, el Banco Central ya compró US$ 480 millones, sumados los US$ 185 millones que compró el jueves, y que casi totalizan todo lo que adquirió en febrero. Algo que de todos modos no se ve reflejado en la acumulación de reservas que la entidad monetaria consolida a diario. La pregunta que surge es qué le permite a la entidad monetaria comprar con ese fuerte poder de fuego y cuándo ese movimiento podría encontrar un freno.
La autoridad monetaria acumula en poco más de tres meses de compras netas unos US$1.680 millones, si se tienen en cuenta los saldos positivos de diciembre, enero y febrero sumaron unos US$ 1.397 millones, más los US$ 280 millones en este arranque de marzo.
Para los especialistas, este comportamiento obedece a varias cuestiones: en la segunda mitad de enero se empezó a normalizar la actividad en los puertos (tras el parate de diciembre que fue muy significativo, con una reducción en el movimiento de camiones de vagones y camiones con soja), los precios récord internacionales de las materias primas (fundamentalmente de la soja), que se suman a las ya conocidas restricciones a las importaciones, y al súper cepo a la compra de dólares por parte de particulares y empresa.
En ese sentido, el economista Amilcar Collante aseguró que ese poder de fuego tiene especialmente como socio “al precio de la soja que está cerca de US$520 por toneladas“, y que representa un 60% arriba de los precios de hace 12 meses atrás. “De hecho, la liquidación de agro-dólares en el primer bimestre del año fue de US$3.950 millones, el segundo mayor registro en 18 años (a excepción de 2016) para ese bimestre”, dijo.
El economista de Cesur indicó que las restricciones a las importaciones, sumado al súper cepo a la compra de dólares por parte de particulares y empresas, “dejan que la entidad monetaria pueda hacerse de más divisas”. Y en ese mismo sentido, Gustavo Quintana, de PR Cambios, indicó que “sin una demanda importante y con mayor oferta, solo queda un comprador fuerte: el BCRA“.
Sin embargo Quintana, sumó otra cuestión: la disminución en el ritmo de ajuste del tipo de cambio, que “contribuye a diluir expectativas de saltos bruscos”, dijo, y agregó, “eso puede estar alentando a anticipar ventas que estaban postergadas”.
Al ser consultados si ven un freno en lo inmediato para las fuertes compras de divisas que está haciendo la entidad que dirige Miguel Angel Pesce, Collante aseguró que “en realidad si continúan las restricciones a las importaciones y el super cepo, y además, se confirman las estimaciones para la cosecha 2020/21- entorno a 48 millones de toneladas para la soja y 47,5 millones de toneladas para el maiz-, ese movimiento estará lejos de cortarse“. “Al contrario, debería acrecentarse a partir de abril a julio, que es cuando se produce la mayor liquidación de agro-dólares”, subrayó.
Y en ese mismo sentido, Quintana expresó que “es difícil saber” cuándo frenará, “sobre todo teniendo en cuenta que a fines de mes comienza con más intensidad la comercialización de la cosecha gruesa, y se espera que el flujo de ingresos se mantenga o se incremente”.
“Ya en los próximos meses habrá que monitorear porque no tendremos más este factor de oferta y queda un BCRA que deberá balancear entre un menor nivel de exportaciones y mayores importaciones que demanda la recuperación”, indicó Guido Lorenzo.
Respecto al plan que pueda seguir el Gobierno, el economista dijo: “Vemos que hay una serie de objetivos que no se están reflejando en la marcha de la economía”, por empleo, “la convergencia de la inflación a los niveles que anunció el Ministro y, la recuperación de salarios, entre otros, donde entra también la política cambiaria que comentó Guzmán en Febrero (básicamente atrasar el tipo de cambio)”.
“Entre la realidad y los objetivos no vemos ningún curso de acción claro. La tasa de depreciación aún es alta para lo que anunció el Ministro”, indicó. Y concluyó: “La estrategia que esperamos es que el ritmo de depreciación aminore y corra bien por detrás de la inflación más cerca del período electoral. La inflación será un problema en ese momento y se intentará todo tipo de medidas para contenerla, entre ellas la política cambiaria”, concluyó.
Para el especialista Mauro Cognetta: “Lo ideal sería que las reservas se recompongan y ese es uno de los planes que persigue el Gobierno, por lo tanto no me sorprendería que continúe comprando al menos en este mes y el que viene” con esos movimientos fuertes.
Reservas
En el mercado único de cambios, la plaza mayorista, el Banco Central mantuvo la pauta de leves correcciones diarias (9 centavos, con lo que cerró a $90,29) absorbiendo la oferta excedente del sector privado. Sólo el jueves, la autoridad monetaria compró US$ 185 millones, acumulando en la semana un saldo neto positivo de US$480 millones. Sin embargo, estas operaciones no modificaron hasta ahora el saldo de reservas netas internacionales. Eso es porque al mismo tiempo que ingresan los dólares, salen por transferencias en pagos de vencimientos de deuda del gobierno nacional, del sector privado y en algunos casos de jurisdicciones provinciales.
Las reservas internacionales a el jueves se ubicaban en US$ 39.785 millones.
“En realidad el BCRA vende bonos para absorber pesos, y luego para que no caigan la paridades de los bonos en el mercado recompra con reservas netas esos bonos”, y así mantiene su cartera, detalló Amilcar Collante, quien continúo: “Al final de las dos operaciones esterilizó pesos con reservas netas”. Y para que ésta operación de compra y venta perdure en el tiempo, la entidad depende de que se sostenga el flujo de dólares en el MULC.
Dólar
El dólar blue se vende este viernes a $ 144, luego de retroceder ayer $ 1. De esta forma, se ubica $ 14 por debajo del dólar solidario, que cotiza en casi $ 158 en el promedio de las entidades que releva el Banco Central (BCRA).
En tanto, las cotizaciones financieras siguen avanzando. El dólar MEP sube 0,2% a $ 145,44, mientras que el contado con liqui avanza 1,1% y asciende a $ 148,85.
En tanto, el dólar mayorista abrió la última jornada de la semana en $ 90,39, 10 centavos arriba del cierre de ayer, mientras que el minorista cotiza en $ 95 en las pantallas del Banco Nación (BNA).
Mientras, el tipo de cambio oficial avanzó seis centavos en el mercado mayorista, a $90,29, para acumular un incremento del 7,3% en 2021. La brecha cambiaria entre el dólar oficial y el “blue” se redujo al 59,5%, aún cerca de un mínimo desde abril.
Qué dijo Guzmán esta semana
El ministro de Economía, Martín Guzmán, descartó una devaluación abrupta y ratificó su plan de llevar el ritmo de devaluación gradual a 25% durante 2021. De esta forma, proyecta finalizar el año con un tipo de cambio mayorista en $ 102,4. Esto corresponde con la meta del Gobierno de reducir la inflación al 29%, lo cual está muy lejos de las expectativas del mercado, que para este año proyectan una tasa promedio en la zona del 50%.
“No hay nada más regresivo y desestabilizante que un salto abrupto en el tipo de cambio. En los últimos cuatro meses, la brecha se redujo en 70 puntos porcentuales”, afirmó Guzmán anoche en una entrevista con el canal A24, en la que aseguró que el Gobierno tiene “el control de la situación cambiaria”.
En el último Relevamiento de las Expectativas del Mercado (REM) que elabora el Banco Central (BCRA), publicado a principios de febrero, los analistas proyectaban para diciembre de 2021 que el tipo de cambio nominal alcanzará los $125.
SN
Fuente Clarin