Un documento desclasificado por Estados Unidos sobre la última dictadura argentina reveló que un grupo de funcionarios estadounidenses buscaba que el empresario peronista Jorge Antonio, que entonces estaba en el exilio, regresara a Buenos Aires tras el golpe militar de marzo de 1976 y luego se convirtiera en presidente.
Según un cable publicado por el Archivo de Seguridad Nacional en el marco del 45 aniversario del Golpe, al que tuvo acceso Clarín, el embajador de EE.UU. en Argentina, Robert Hill, señaló que fue contactado el 11 de marzo por asesores de los congresistas estadounidenses Strom Thurmond y Jesse Helms que viajaron a Buenos Aires junto con un ex vicedirector de la CIA Daniel Graham y un exiliado cubano Raymond Molina.
“Me dijeron que estaban aquí en conexión con el regreso a la Argentina de Jorge Antonio y Graham me dijo que Antonio esperaba ser el próximo presidente de la Argentina”, escribió Hill. Y agregó que el grupo le dijo que esa iniciativa ya había obtenido apoyo de Panamá, Venezuela y Nicaragua.
Según dijeron al embajador, “el gobierno militar sacaría ponto del poder a la Sra. Perón y llamarían a elecciones inmediatamente después. Antonio volvería, proveería a los militares evidencia que desacreditaría totalmente a la Sra. Perón y luego sería elegido presidente porque tenía apoyo y dinero”. Graham le preguntó a Hill qué pensaba al respecto.
Según el cable, Hill respondió: “Mi lectura es que Jorge Antonio fue completamente desacreditado en Argentina. El puede tener alguna evidencia contra la Sra. de Perón y los militares podrían permitir su regreso a la Argentina, al menos temporalmente. Pero más allá de eso las chances de que Jorge Antonio pueda ser presidente son, en mi opinión, nulas”.
El documento desclasificado en Estados Unidos que revele que funcionarios de ese país querían al empresario peronista Jorge Antonio como presidente post dictadura.
El embajador sugirió al grupo que abandonara el país lo más pronto posible.
Jorge Antonio, fallecido en 2007, fue uno de los hombres más cercanos y con más influencia sobre Juan Domingo Perón. Había conocido al presidente cuando trabajaba en Mercedes Benz y se le acercó para ofrecerle un proyecto. Fue dueño de varios medios de comunicación y también incursionó en negocios agropecuarios, forestales e inmobiliarios, montó una empresa exportadora de cereales y hasta tuvo un banco. Tras el golpe del ’55 se le confiscaron sus bienes y luego de un paso por Cuba se exilió en Madrid, donde compró el terreno para construir Puerta de Hierro, la casa donde se alojaba Perón.
Clarín viene revelando una serie de documentos secretos que fueron desclasificados y revelan detalles de lo que sabía el gobierno estadounidense sobre la llegada del golpe de 1976.
La nueva tanda de documentos desclasificados – a los que se suman ahora la revelación de Jorge Antonio- aporta pruebas de múltiples contactos entre los golpistas y los funcionarios estadounidenses y muestran que Estados Unidos los apoyó tácitamente, ya que Washington compartía la posición de los militares de que el golpe era “inevitable”.
Los documentos indican, además, que los funcionarios estadounidenses sabían que la dictadura permanecería por un período prolongado, durante el cual habría una represión sin precedentes, señalan desde el organismo que analizó los registros.
Carlos Osorio, director del Proyecto de Documentación del Archivo de Seguridad Nacional del Cono Sur, que analizó minuciosamente el inmenso paquete de información desclasificada, señaló a Clarín la importancia de esta tanda de documentos. “No hay evidencia de que Estados Unidos instigara el golpe”, dijo Osorio. Sin embargo, afirmó, “lo apoyaron tácitamente, ya que Washington compartía la posición de los militares de que el golpe era inevitable, la única alternativa al caos en Argentina”.
Los documentos, señaló Osorio, “indican que los funcionarios estadounidenses sabían que la dictadura permanecería por un período prolongado durante el cual habría una represión sin precedentes”. Además, revelan que “Estados Unidos comunicó “discretamente” a los militares, más de un mes antes del golpe, que Washington reconocería al nuevo régimen. “Querían convencerse de que el general Videla, el líder golpista, era moderado”, dijo.
Fuente Clarin