En medio de la cosecha de soja y de maíz, los dos principales cultivos del país, la Sociedad Rural criticó a las empresas exportadores por el pago en la venta de los granos.
La entidad, en una carta dirigida a sus socios, recriminó el incumplimiento del acuerdo vigente sobre reglas y usos del comercio de granos por parte de los exportadores en perjuicio de los productores agropecuarios, acopios y cooperativas.
Según precisó la carta de la entidad presidida por Daniel Pelegrina, las reglas y usos establecen que, en las operaciones de mercadería conforme, cuya calidad no está en discusión, se debe abonar el 100% de su precio al momento de la entrega.
“Sin embargo, amparándose en el sistema de cupos que ellos mimos establecen, los exportadores retiene el 2,5% del valor de la mercadería, que terminan abonando un plazo superior a los 30 días, al tipo de cambio vigente al momento de la entrega”, plantearon desde la gremial ruralista.
En este sentido, desde la Sociedad Rural sostuvieron que, en época de volatilidad en el tipo de cambio y alta inflación, significa pérdidas considerables para los productores.
Daniel Pelegrina., presidente de la Sociedad Rural Argentina.
“Son recursos que terminan en manos de los exportadores, constituyendo en la práctica una nueva transferencia de dinero de la producción a otros eslabones de la cadena”, recriminaron haciendo foco en la vuelta del diferencial arancelario en las retenciones del complejo sojero.
Una fuente del sector exportador aclaró a Clarín que “desde hace 20 años se opera así. Nada cambió“. Según explicó, se paga el 97.5% de la operación en 72 horas y el 2.5% se paga en el plazo de 30’dias después de realizarse los análisis de calidad y ajustes.
“Es la única industria en Argentina que opera al contado. Se cumplen los usos y costumbres que permiten condiciones contractuales entre las partes. En los últimos 3 años no existen registros de reclamos de productores sobre estos mecanismos contractuales. Estamos en contra de posiciones que cuestionan los acuerdos entre partes”, dijo.
También en la carta de la Sociedad Rural dirigida a sus socios hicieron hincapié en los contratos de compraventa de trigo. “Nos alarma el abuso de la cláusula en los que establecen que el pago estará sujeto al análisis de calidad por parte del molino. Esta figura también contradice los usos y costumbres, ya que las controversias respecto de la calidad deben dirimirse en el marco de la Cámara Arbitral, organismo específicamente creado a tal efecto”, sostuvieron.
En esta línea, la entidad conducida por Daniel Pelegrina remarcó que es común que existan diferencias entre los resultados del análisis de calidad de los molinos y los de la Cámara, cuando el estándar debe ser fijado únicamente por esta última, como ha sido siempre.
“El abuso de dicha cláusula es una imposición absurda por parte de la molinería que debería quedar sin efecto en forma inmediata. Sería oportuno, también, que las cámaras arbitrales publicaran sus métodos de análisis para evitar posibles abusos por parte de la industria”, manifestaron.
Ante este crítica, Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) respondió en primer lugar estar sorprendido porque estos temas se hicieron públicos cuando lo estaban tratando puertas adentro para intentar solucionarlos.
“En este tema en particular me llama la atención porque es probable que algún molino ponga esta cláusula pero pueden ser contados con los dedos de una mano y acá se generaliza y ya sabemos que las generalizaciones son odiosas”, dijo el titular de FAIM.
“Es un sector histórico y ejemplar el las reglas y usos, siendo pionero en la creación. La SRA (por la Sociedad Rural) sabrá porque lo sacó. Estoy a disposición para atacar el tema de manera individual identificando donde está el problema”, declaró.
Fuente Clarin