En un nuevo coletazo de la pandemia, esta vez contra los fabricantes de los transistores, provocó que muchas industrias de punta como las computadoras, celulares y autos, comiencen a notar una importante escasez de estos materiales.
Los semiconductores son materiales, como el silicio, y, por extensión, los compuestos electrónicos fabricados a partir de estos. Por ejemplo, los chips que permiten a los dispositivos obtener, procesar o almacenar datos.
Estos compuestos son indispensables para sectores enteros de la industria mundial y están integrados en muchos objetos cotidianos como dispositivos electrónicos, teléfonos inteligentes, computadoras, consolas, autos, aviones, redes informáticas y más.
Generalmente son minúsculos. “Los componentes más avanzados miden entre 5 y 7 nanómetros“, precisa Jean-Christophe Eloy, director general de Yole Développement, empresa especializada en semiconductores.
Computadoras y celulares, los más afectados por la falta de semionductores
(Shutterstock)
Los principales fabricantes se encuentran en Taiwán (TSMC) y en Corea del Norte (Samsung y SK Hynix). Estados Unidos cuenta con otro importante actor del sector, Intel.
La falta de algunos chips también se cita como motivo de las dificultades para obtener la nueva PlayStation 5 de Sony y la última Xbox de Microsoft.
Pero, actualmente, el sector del automóvil es la víctima más visible con la producción, por ejemplo, bloqueada en una fábrica francesa de Stellantis y ralentizada en plantas de General Motors y Ford en Estados Unidos.
A nivel mundial, la escasez de semiconductores debería “reducir el volumen de producción alrededor de un 2% este año” en el sector automovilístico mundial, estima en una nota Matthias Heck, analista de Moody’s.
Algunos fabricantes de electrodomésticos también están empezando a sentir dificultades de suministro.
Sin chips
Los fabricantes de chips se han enfrentado a un aumento repentino de la demanda de productos electrónicos. Los computadoras y las videoconsolas tienen una gran demanda en el contexto de la pandemia de covid-19, que impulsó el teletrabajo y el entretenimiento en casa.
Pero el mercado de semiconductores ya estaba bajo presión por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Algunos actores, como el gigante Huawei, acumularon el año pasado existencias para limitar los efectos de las sanciones.
“Esta ‘sobredemanda’ debería ceder en seis o nueve meses, ya que deberíamos volver a un actividad más normal a nivel de los automóviles, ordenadores, etc. Pero sólo remitirá, no desaparecerá”, advierte Jean-Christophe Eloy.
Frente a la explosión de la demanda, los grandes fabricantes han anunciado una serie de inversiones para aumentar su capacidad de producción. Intel invertirá 20.000 millones de dólares y TSMC, 100.000 millones.
“Pero como se necesitan entre dos y cuatro años para crear una nueva planta de producción de semiconductores, las nuevas capacidades de producción estarán en el mercado en 2023-2024″, señala Eloy.
Para garantizar su soberanía tecnológica frente a China y Estados Unidos, la Unión Europea (UE) espera por su parte producir el 20% de los semiconductores en el mundo para 2030, el doble que actualmente.
La Casa Blanca también quiere estudiar cómo reforzar la fabricación de semiconductores en Estados Unidos durante una cumbre virtual el lunes con dirigentes de las empresas afectadas por la escasez.
Fuente Clarin