Operación Final: cómo fue la captura de Adolf Eichmann en 1960

Adolf Eichmann fue un criminal de guerra de los más encumbrados en la jerarquía del nazismo, tanto que fue considerado uno de los principales responsables de la “solución final” y del traslado de miles de personas a los campos de concentración, por lo que fue capturado en 1960 en la Argentina por los servicios secretos israelíes en lo que se llamó Operación Final.

En una humilde vivienda de la localidad bonaerense de San Fernando fue secuestrado Adolf Eichmann por agentes del Mossad, que logró localizarlo con el nombre cambiado y una vida totalmente diferente a la que escondía su oscuro pasado, después de haberlo rastreado durante años.

El Shabak, una de las tres organizaciones de los servicios secretos de Inteligencia israelí, divulgó en 2020 material hasta entonces inédito sobre la detención en la Argentina del oficial nazi.

Había fotos tomadas antes de su secuestro para ser trasladado a Israel, en donde fue juzgado por crímenes de guerra y de lesa humanidad y ejecutado por ahorcamiento en 1962.

También se publicó una página de su expediente de búsqueda, en el que el paradero de Eichmann fue documentado por primera vez tras su huida de Alemania después de la caída del Tercer Reich.

Eichmann fue calificado por algunos como el “arquitecto” del Holocausto y considerado responsable del asesinato de millones de judíos bajo el régimen nazi.

Cómo capturaron a Adolf Eichmann en 1960

Adolf Eichmann fue secuestrado el 11 de mayo de 1960, en una acción clandestina del Mossad. El alto funcionario alemán se había ganado la consideración y el reconocimiento de los principales jerarcas nazis por su eficiencia en el manejo de la red de los trenes que trasladaba prisioneros desde los guetos hacia los distintos campos de concentración.

Nacido en Solingen, Alemania, el 19 de marzo de 1906, Eichmann ingresó en 1932 al Partido Nazi y se convirtió en un miembro destacado de las SS, una escuadra de protección del dictador Adolf Hitler que comandaba Henrich Himmler.

Durante la Segunda Guerra Mundial, este criminal organizó la captura e identificación de miles de judíos que fueron llevados a Auschwitz, Polonia, y a otros campos de exterminio, bajo la llamada “Solución final”.

Al capitular la Alemania nazi, Eichmann fue detenido por tropas estadounidenses pero luego se escapó en 1946. En julio de 1950 llegó a la Argentina bajo el nombre de Ricardo Klement, mediante un salvoconducto del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), emitido en Italia, bajo los auspicios de la Iglesia católica.

Inicialmente vivió en la provincia de Tucumán y luego se estableció en una modesta casa de la calle Garibaldi, en San Fernando. Allí se instaló junto con su esposa y los cuatro hijos de ambos. Y empezó a trabajar como gerente en una de las plantas de la automotriz alemana Mercedes Benz.

Al cazador de nazis Simon Wiesenthal le llegaron pistas sobre el paradero de Eichman en 1954, cuando recibió una postal de un amigo que, tras la guerra, se había radicado en la Argentina. “Vi a ese cerdo sucio Eichmann. Vive cerca de Buenos Aires”, decía la carta que dio inicio a la cacería.

El comando que se encargó de la captura de Eichmann había ingresado ilegalmente al país durante el gobierno del presidente Arturo Frondizi.

El secuestro del nazi, que fue conocido también como “Operación Garibaldi” por el nombre de la calle donde vivía Eichmann, fue dirigido por Sabra Rafi Eitan. La ubicación exacta de la vivienda fue brindada por Lothar Hermann, un sobreviviente judío que había quedado ciego por las palizas que recibió de las SS.

Según se reconstruyó, Hermann vivía a poca distancia de la casa de los supuestos Klement y la hija del ex prisionero estaba de novia con uno de los hijos de Eichmann, que le había presentado a su padre con su nombre real.

Hermann se comunicó en 1957 con el fiscal alemán Fritz Bauer, quien finalmente informó a los agentes del Mossad que había un hombre en Buenos Aires que reunía todas las características de Eichmann.

Durante la investigación, el agente israelí Tzvi Aharoni llegó incluso a estar sentado en un colectivo justo detrás de Eichmann. “La tentación de inclinarme hacia adelante y estrangularlo era irresistible pero sabía que debía ser juzgado y no asesinado por los que mató”, dijo Aharoni años más tarde.

La captura fue programada para el 11 de mayo. Después de salir de trabajar en Mercedes-Benz, el ex coronel nazi regresaba todas las tardes a su casa en la calle Garibaldi por el mismo camino y al mismo tiempo.

Poco después de las 20:05, Eichmann fue interceptado cuando se bajó del colectivo. Intentó resistirse, gritó por ayuda pero fue llevado a un auto y escondido debajo de una manta.

“Todo pareció durar un siglo”, explicó Aharoni. En el vehículo, Eichmann dijo en alemán a sus captores: “Ya he aceptado mi destino”.

Luego lo llevaron a una casa quinta alquilada, donde fue encadenado a una cama con los ojos vendados. “Revisé sus cicatrices. Cuando estaba seguro de que era él, estreché la mano de mi compañero y le dije que habíamos cumplido nuestra misión”, dijo Eitan.

El 20 de mayo, el equipo del Mossad lo transportó con un pasaporte israelí falso, drogado y disfrazado de mayordomo, en un avión de la aerolínea israelí El Al. El primer ministro David Ben-Gurion anunció el 23 de mayo que las fuerzas de seguridad “arrestaron a uno de los mayores criminales de guerra nazis” y pronto sería juzgado por un tribunal israelí.

El 15 de diciembre de ese mismo año, Eichmann escuchó la sentencia de un tribunal israelí que lo condenó a muerte por crímenes contra el pueblo judío, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.

Fue ahorcado el 1º de junio de 1962: es el único civil ejecutado hasta la fecha en Israel. Su cuerpo fue cremado y sus cenizas esparcidas en el mar, lejos de las aguas territoriales de Israel.

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Fuente Clarin