¿Por qué la actual violencia en Gaza y en Israel, a diferencia de anteriores, altera seriamente a numerosos israelíes provocando un efecto de “de-realidad” hasta resultarles irreconocible la nueva situación, fuera y dentro del país?
¿De qué modos numerosos israelíes perciben esta violencia desde lejos,como si estuvieran viviendo en una película o en la pesadilla de otros?
El presidente Rubén Rivlin caracterizó con perspicacia este trastorno colectivo de índole disociativo: “La mayoría silenciosa está estupefacta y no cree lo que ve” De los tres síndromes recurrentes en el fenómeno psicosocial de “des-realización”, muchos ciudadanos hebreos no creen lo que ven, especialmente cuando les asalta el miedo de que Israel pierda el control de la guerra, de la política y de las relaciones interétnicas.
Por empezar, millones de ciudadanos de la superpotencia mundial israelí de seguridad cibernética manifiestan ese síndrome de des-realidad cuando corren a los refugios anti-aéreos caseros para protegerse de una amenaza hasta ahora inconcebible. El síndrome es particularmente agudo entre los atónitos atemorizados en el corazón financiero metropolitano de Tel Aviv y suburbios, quienes nunca antes conocieron esas corridas , tan común en el área urbana y rural fronteriza con Gaza.
Un síndrome vivido como humillación por la necesidad de transcurrir las 24 horas al ritmo de las sirenas, conectando la alarma al celular quemarca dónde están disparando, y con la angustiadecalcular con precisión el ínfimo tiempo disponible para correr a protegerse. En Ashdody Ashkelón calculan un minuto, pero en poblados alrededor de la Franja de Gaza la alarma apenas es de 15 segundos. Más expuestos en otros lugaresa la avalancha de cohetes, numerosas veces al día la sirena los zarandea arrojándolosa refugios internos o externos.
A un vecino de Guivataim la andanada de misiles le recordaba la lluvia de Scuds disparados por Irak contra Israel durante la Guerra del Golfo. Pero ese vecino memorioso comprendía bien la enorme diferencia entre 1991 y 2021: ”Entonces el alto el fuego se logró por la intervención norteamericana que lideraba una coalición de 34 países; ahora, para ponerle fin a la situación, no basta con bombardear edificios en Gaza liquidando a comandantes del brazo armado delas Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam. No existe otra opción que entablar discusiones políticas con el enemigo palestino Hamas“.
El premier en funciones Benjamín Netnyahu durante una visita a Lod. AFP
Indudablemente, muy pocos osan pedir al gobierno ese diálogo: inmediatamente son acusados de “traidores” porque rechazan el consenso nacional de terminar con Hamas militarmente; y eso, no obstante es vox populi de que las coaliciones de (el premier Benjamín Netanyahu) Bibi prefieran un Hamas pertrechado de cohetes pero confinado en Gaza antes que negociar una solución política bi-estatal con la Autoridad Palestina de Abu Mazen.
Otra expresión de “des realidad” es la incredulidad de que las andanadas de más de mil ochocientos cohetes puedan ser lanzados, precisamente, por palestinos que padecen del bloqueo total en la franja de Gaza desde hace 13 años. Les cuesta entender a mucha gente en Israel cómo es posible que la pobreza e aislamiento de los gazatíes, su privación energética y restricciones de agua, no les haya impedido a Hamas, luego de las derrotas en 2006,2008-09,2012 y 2014, ser capaz nuevamente de meter miedo a la población civil, transformando a Gaza en un boomerang contra el estado judío.
Además, tal alteración perceptiva del mundo exterior como si fuera irreal y extraño despreocupa a la mayoría silenciosa del hecho comprobado que las represalias de Tzahal contra la Franja de Gaza ( récord mundial de densidad poblacional, 4,167 hab.km2) enloquece a la población civil en el estrechísimo territorio de casi 2 millones;más aún, pese que los brazos armados del Jihad y Hamas se parapetan con frecuencia tras escudos humanos para disparar desde escuelas u hospitales, el efecto de des realidad desentiende a numerosos israelíes de la inmoralidad de bombardear edificios civiles al costo de la vida de mujeres y niñosgazatíes inocentes.
Tan inocentes como inocentes son mujeres, ancianos, y niños israelíes muertos y heridos, victimas por el indiscriminado bombardeo coheteril desde Gaza contra la población civil hebrea, Inocencia judía no reconocida por la mayoría de los movimientos de derechos humanos pro palestinos, cuando, simétrica, pero inversamente, legitiman sin chistar los ataques a civiles israelíes por las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam y el Jihad Islámico, invocando el derecho a la violencia “justa “del oprimido contra el ocupante opresor.
El escritor israelí ItzjakLaor recordaba cuando estalló la guerra anterior que para los israelíes Gaza ha sido desde los años 50 sinónimo de “barbarie “, ya que Tzahal (Fuerza de Defensa Israelí) intentaba “despoblar” la franja incriminando a sus refugiados de “fadayin” (terroristas). Pero,además, Gaza también es para los israelíes una metonimia de la Naqba, la catástrofe palestina, que acaba de recordarse precisamente en medio del fragor bélico ; miles de nietos de aquellos refugiados expulsados en 1948, hoy son los jóvenes que disparan globos explosivos y cohetes, jurando volver a las aldeas suprimidas de sus abuelos.
También forma parte del síndrome de des-realidad entre numerosos israelíes el desplazamiento de la Autoridad Palestina y del rey de Jordania cuando el Movimiento de Resistencia Islámica bautizó su reciente debut de Operación Jerusalén.
Hamas procuró demostrar al mundo árabe que es capaz de amenazar a las fuerzas de seguridad israelíes porque no impiden los desalojos en el barrio palestino Sheij Yarrah de Jerusalén Oriental; y sobretodo la Organización de Resistencia Islámica logra simbólicamente ungirse desde Gaza en defensor de los lugares sagrados del Islam al desagraviar la Explanada de las Mezquitas después que la policía en pleno Ramadán ,reprimió a más de setecientos manifestantes y provocadores palestinos.
Simultáneamente, Hamas dio un golpe de efecto político al descolocar a la Autoridad Nacional Palestina, cuyo presidente, Mahmud Abbas acababa de posponer nuevamente las elecciones parlamentarias y presidenciales..
Finalmente, otro efecto de des-realidad apabulla a los israelíes: la alteración profunda de la realidad de una larga y pacífica convivencia bi- nacional entre árabes y musulmanes en ciudades mixtas, empezando por Jerusalén, siguiendo en Haifa, Jaffa, Lod ,Ramble, Acco, BatYam,Tiberiades. Durante los últimos días, imprevista e inexplicable para todos, jóvenes árabes y judíos perpetran violentos pogromos, unos para solidarizarse con las víctimas de Gaza y de Jerusalén, otros para vengar a judíos heridos, linchados, y muertos , tanto por misiles como por la violencia barrial. Los primeros atacan gritando AlláhuAkbar; los segundos enarbolan la bandera israelí cantando Am Israel Jai.
Súbito, la cohesión de lazos interétnicos de la sociedad civil israelí estalla, y amaga resquebrajarse detrás de varios escenarios solapados de confrontación: 5ta guerra Israel-Gaza; desalojos de musulmanes en casas de Jerusalén Oriental; y disputa por el acceso religioso al Monte del Templo.
Tamaño efecto de des realidad es reforzado por sangrientas grescas que se producen, inexplicablemente, después de un bienvenido proceso en el cual universitarios, profesionales y académicos árabes israelíes lograron integrarse en la economía, los servicios públicos,, entre otros, en el servicio sanitarios nacionales. La crisis del coronavirus había reforzado notablemente los lazos ya existentes entre médicos judíos y árabea.
Sin embargo, subrepticio vuelve al acecho en las ciudades mixtas el fantasma de la venganza tribal e irredentista de jóvenes fundamentalistas de ambos pueblos semitas en Israel. El efecto acumulativo e inmediato en la esfera pública es el secuestro por la venganza de la política de ciudadanía, única capaz de dirimir el histórico conflicto nacional (no religioso) entre ambos pueblos.
La periodista Ravit Hecht de Haaretz, conmocionada por el pogromo en la noche del miércoles, pregunta a la indiferente mayoría silenciosa qué le ha pasado a la “transfiguración de la soberanía judía”, cuando un judío golpea a un ciudadano árabe israelí indefenso mientras la gente alrededor gritan “Am Israel Jai”. (El pueblo de Israel vive).
Afortunadamente, grupos judíos y árabes de la sociedad civil israelí, ante la irresponsabilidad, complicidad e impotencia de factores de poder, están saliendo a la calle para frenar el embrión de una guerra civil. El movimiento “Permaneciendo juntos” organizó eventos en todo el país bajo el lema “Toma de posición judía-árabe contra la violencia y la escalada”.
Alon-Lee Green, codirector de asuntos nacionales, dijo a Haaretz: “Ante el fuego, el odio, la violencia, la guerra y frente a un gobierno que disfruta de la situación, debemos unirnos y demostrar que hay otro camino y un futuro posible”.
Surgen espontáneamente iniciativas en hospitales, colegios secundarios, universidades que expresan distintos niveles de conciencia política. Únicamente los une el deseo compartido de parar la violencia y recuperar la esperanza en la convivencia de judíos y árabes en las ciudades mixtas.
En el Hospital Rambam, los equipos médicos y de enfermería unieron fuerzas para una campaña grabada en video con lemas de paz en hebreo (Shalom) y árabe (Salam) a fin de apurar la conciliación. Lo mismo ocurre en el Valley Medical Center de Afula y en el Centro de Salud Mental Sha’ar Menashe. En la ciudad de Lod, escenario de amagos de Lynch y pogromo, numerosos educadores judíos y árabes celebraron un mitin.
Maestros de la Escuela Integral David Tuviahu en Be’erSheva,, iniciaron la distribución de un video de judíos y árabes con la leyenda “Y ama a tu prójimo como a ti mismo”. Ambos comunicaron a la prensa que se sentian conmocionados, avergonzados, decepcionados: “Lo que vemos en las redes sociales es la voz del odio de una minoría. Es nuestro deber moral presentar los vínculos humanos judeo árabes que hemos construido; como educadores no podemos quedarnos al margen ante la violencia que azota las calles del país”.
La iniciativa “Calmar la situación en Galilea” fue iniciada por la asociación “Achrei” y se propone como objetivo convertir las redes sociales de un problema en una solución, conectando a las personas en círculos de discusión y dialogo.
Finalmente, IssawiFrej, diputado árabe de Meretz,domiciliado en la aldea KafrQassem, twiteo un mensaje optimista que sintetiza significativamente esta búsqueda del reencuentro judeo-árabe: “Cuando me sentaba por la noche con mi familia en la planta baja de nuestra casa en KfarQassem, y oíamos las alarmas, el sentimiento más fuerte de todos era una comunidad de destino. Comunidad de destino de todos nosotros, ciudadanos del Estado de Israel, frente a los misiles de Hamas, que no distinguen entre judíos y árabes, Pero esta comunidad de destino no es un destino fatal, es ante todo un derecho.
Nos obliga a todos a preservar el entramado de nuestra mutua relación. Tarde o temprano, terminará el round de lucha con Hamas. Entonces nosotros, árabes y judíos, tendremos que mirarnos unos a otros y saber que hemos hecho todo lo posible para evitar que nuestra casa se queme por dentro” Ojalá!
(*)Leonardo Senkman, ( historiador e investigador del Instituto por la Paz, H. .Truman, Universidad Hebrea de Jerusalen)
Fuente Clarin