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Juan Grabois reapareció en Perú y rechazó este miércoles la versión del gobierno de Colombia sobre el escandaloso episodio que terminó con su deportación de ese país, en la noche de este martes, tras su intento de ingreso como parte de una misión internacional de veedores.
Con un video que difundió a través de su cuenta de Twitter, el dirigente social salió a “rechazar categóricamente la versión falsa que dio el gobierno colombiano sobre los acontecimientos“, por los cuales fue expulsado de Bogotá hacia Lima poco después de arribar al país en una delegación de veinte argentinos.
El recientemente designado miembro del Ministerio social y ambiental del Vaticano dijo que ese “atropello” que sufrió él y el resto de los integrantes de la misión internacional se enmarca en las situaciones que se producen en Colombia, donde “la juventud, los ciudadanos de a pie, los más pobres los sufren infinitamente peores, violaciones a sus derechos humanos, desapariciones forzadas, todo tipo de crímenes de Estado que es precisamente lo que nuestra delegación va a verificar y a darle visibilidad”.
Grabois fue el único de los argentinos al que se le impidió el ingreso, en una comitiva que también integraba Sergio Maldonado y Leonardo Pérez Esquivel, entre otros.
Según las autoridades colombianas, la inadmisión se dio por “una alerta por vencimiento de su pasaporte” -que desde Migraciones argentina relativizaron- y porque “de forma vehemente, exigía su ingreso al país basado en quién era“, en una discusión con oficiales del aeropuerto.
Grabois había denunciado este martes, también en redes sociales, que había sido “detenido” y “agredido físicamente”. Incluso dijo que un policía le había pegado una trompada, antes de subirlo en un avión hacia Perú.
“La delegación argentina sigue en territorio colombiano y el objeto de este video no es solamente rechazar categóricamente la versión falsa que dio el gobierno colombiano sobre los acontecimientos que sufrimos, sino fundamentalmente pedirles a las autoridades argentinas y colombianas que velen por la integridad física de nuestra delegación, pedirles a los medios de comunicación que sigan las actividades de la delegación”, planteó.
Grabois aprovechó su video para apuntar contra el presidente colombiano Iván Duque y respaldar al pueblo de ese país que “está resistiendo los agravios, los atropellos y los crímenes de un gobierno dañino, insensible y que todavía no toma conciencia que la violencia nunca es el camino”.
El presidente de Colombia, Iván Duque.
El dirigente social dijo que el jueves los representantes argentinos comenzarán a realizar “trabajos en territorio, con los riesgos que esto implica frente a un gobierno que demuestra no solamente que es capaz de atropellar vilmente a su propia población sino que no respeta tampoco los derechos de los ciudadanos extranjeros y de los observadores internacionales”.
Fuentes del gobierno de Duque le confirmaron a Clarín que Colombia había hecho uso de su derecho de admisión en el caso de Grabois. “No es bienvenido a nuestro país”, deslizaron.
“Luego de una serie de agresiones físicas registradas por numerosos testigos y cámaras de seguridad, el Gobierno colombiano me expulsa de su territorio por considerarme un ‘riesgo para la seguridad de Estado'”, había denunciado este martes Grabois en su cuenta de Twitter.
El canciller Felipe Solá se pronunció este miércoles sobre ese episodio: “Lamento que autoridades migratorias de Colombia hayan impedido el ingreso del ciudadano argentino y miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, Juan Grabois, que integraba la delegación de observadores de derechos humanos”.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores se había confirmado que le habían brindado “asistencia consular”, aunque, al menos durante el martes, sin cuestionar la decisión de las autoridades colombianas.
La versión de Colombia
Las autoridades de Migración de Colombia detallaron en un comunicado que Grabois se negó “a que se le realizara una verificación a sus documentos, luego de que el sistema arrojara una alerta por vencimiento de su pasaporte”.
La autoridad colombiana indicó que el activista también “faltó al respeto al oficial de Migración y al supervisor a cargo”, por lo que “fue inadmitido de acuerdo con lo estipulado en el Artículo 2 del Decreto 1727 del 21 de diciembre de 2020”.
El comunicado del gobierno colombiano
“El extranjero quien de forma vehemente exigía su ingreso al país, basado en quién era y quiénes lo habían invitado, fue dejado a disposición de la aerolínea, con el fin de que se cumpla la orden de inadmisión. Migración Colombia rechaza este tipo de comportamientos, así como las presiones ejercidas para autorizar su ingreso”, agregó el comunicado.
DS
Fuente Clarin
