Alberto Fernández sorprendió en la noche de este jueves al brindar una entrevista por YouTube, en la que se refirió a las frustradas negociaciones con Pfizer y los “obstáculos” que puso ese laboratorio por las vacunas contra el coronavirus.
“Hubo más como obstáculos que puso Pfizer para no firmar el contrato, porque no iba a poder cumplirlo, que obstáculos que pusimos nosotros“, sostuvo el Presidente, en el streaming militante del que participó.
“¿Cuál fue la primera vacuna que aprobó Argentina?”, se preguntó Fernández y se contestó: “Pfizer, exactamente. ¿Me querés explicar por qué, si fue la primera vacuna que aprobé, yo no la quiero comprar? Porque entre las condiciones iniciales que Pfizer puso, -ahora está cambiándolas algunas- me ponía a mí en una situación muy violenta de exigencias y comprometía al país en cosas que era muy difícil comprometer”.
Y agregó: “La vacuna de Pfizer es muy buena, tan buena como la Sputnik y AstraZeneca. Ahora, todo el resto es un delirio, de decir ‘no quisieron comprar por una cuestión ideológica'”.
La mención se da luego de la denuncia pública de Patricia Bullrich por supuestas coimas en las negociaciones, desmentida por los involucrados y que derivó en demandas civiles contra la presidenta del PRO por calumnias.
¿Qué cree Fernández que fue la razón por la cuál no se llegó a puerto con Pfizer para la compra de vacunas? Que el laboratorio tenía otros compromisos y no dio abasto.
Desarrolló: “La verdad es que Pfizer cumplió en parte e incumplió con muchos… Cuando llegó el momento de firmar con la Argentina ya tenía firmado contratos y se dio cuenta que, cuando tuviera que entregarnos le iba a pasar que los Estados Unidos le iba a decir ‘dejá las vacunas acá’”.
“Siento que no quisieron firmar el contrato”, afirmó el Presidente.
“Me hubiera gustado que sea más rápido“, contestó el Presidente cuando le preguntaron por cómo evaluaba la campaña de vacunación que se organizó en el país. No obstante dijo estar “conforme, viendo lo que le pasa al resto” y concluyó: “Nos fue un poco mejor que al resto”.
Continuó: “Se aceleró lo de las vacunas. Dentro de los países que podemos compararnos, tenemos un promedio de vacunación razonablemente bueno, diría yo”. No precisó con quiénes realizaba esa comparación.
Luego, aclaró y se alegró por lo que consideró un logro: “No somos un pais de pocos habitantes, pero el propósito de vacunar a los mayores de 60 ya casi lo hemos cumplido“.
Sobre el final de la entrevista, Alberto Fernández se refirió a su relación con Cristina Kirchner e intentó relativizar la tensión entre ambos.
“No soy tan sumiso ni Cristina tampoco pega cuatro gritos“, señaló respecto del vínculo entre ambos.
“Los dos sabemos que por pelearnos un día llegó (Mauricio) Macri”, remarcó. Y reconoció el liderazgo de la vicepresidenta: “Sin Cristina no vamos a ningún lado”.
Y fue un poco más allá. “Cada vez que uno siente ‘exploto’ -a Cristina le debe pasar lo mismo- digo ‘Macri’ y vamos a empezar de vuelta. Y ella debe decir lo mismo conmigo”, delimitó los enojos, aunque al instante volvió al registro formal: “Igual nos llevamos mucho mejor de lo que creen”.
El Presidente le dio una nota al humorista Pedro Rosemblat, conocido como “El cadete”, que tuvo su pico de fama en la televisión kirchnerista. El interlocutor -que fue a la Quinta de Olivos para transmitir su charla con Fernández- aclaró que no era un entrevista como periodista. “Somos militantes peronistas”, le remarcó a su audiencia en redes.
La justificación del cepo a las carnes
En medio de la charla online, Fernández pareció dar una primicia que terminó siendo una advertencia. “Está decidido que vamos a levantar el cierre de exportaciones (de carne) el día que tengamos claramente resuelto este tema“, introdujo y remató: “Hasta entonces no voy a hacerlo“.
Segundos antes había dicho tener “un problema con algunos productores de alimentos y carne”.
“Hay una demanda internacional de estos alimentos que hace subir el precio. De repente, China tuvo que sacrificar no sé cuánto de su ganado porcino, fue al bobino y empezó a comprar carnes en cantidades siderales y los precios subieron mucho”, explicó como escenario para justificar el cepo que impuso en las exportaciones.
Y allí vino la crítica al sector. “Los productores y frigoríficos no hicieron nada por desacoplar el precio internacional del local. Puedo entender que en China paguen mucho por la carne que necesitan, pero no entiendo por qué los argentinos tienen que pagarlo al mismo precio. Ese es el problema de la carne”, arremetió y, se elogió: “Lo resolvimos parando la exportaciones”.
Según Fernández, el cepo “no es bueno, porque estamos perdiendo dólares que entran”, pero le parece inevitable: “No quisiera hacer eso, quisiera que los mismos formadores de precios se den cuenta que los argentinos no tienen por qué pagar la carne que se paga en el mundo porque nosotros la producimos”.
Para el Presidente, “las causas de la inflación” no “es una”. “Los que decían que la causa es emitir dinero, evidentemente no. La maquinita no es la causa, hay un conjunto”, sostuvo.
La Argentina “punk y alcohólica” de Alberto F.
“Se lo decía siempre a Néstor (Kirchner)“, arrancó la anécdota autorreferencial el Presidente y llegó a su conclusión: “La Argentina, en materia inflacionaria, tiene como dos características: es un país punk y la segunda, es un alcohólico recuperado. ¿Qué es lo que necesita un alcohólico recuperado?”, interpeló con su énfasis de profesor.
Y se respondió: “Que no le pongan nunca una copa de vino adelante porque. si lo ponés, probó un sorbo y vuelve“. Y de allí retomó su hipótesis: “La Argentina vio un poquito de inflación y todos vuelven a… ‘antes de que me atrape yo corro delante (remarco los precios)”.
“Eso es la inflación autoconstruida, en economía”, definió el Presidente. “Es un problema de conciencia social, es una sociedad que vive permanentemente con mecanismos de inflación que suben y bajan, nadie quiere perder y se aumentan por las dudas”.
Luego reveló el lado metalero de su metáfora con pretensión didáctica: “Argentina es un pais punk, porque en ese sistema es muy difícil prever. ¿Cuál era la consigna primera del mundo punk? ‘No hay futuro. Viví el presente'”.
Y concluyó: “La Argentina es así, nadie invierte a 180 dias. Vos ves un plan de negocios hecho por un americano y es a 20 años; en Argentina ese mismo negocio es a 5 años. Como no hay futuro todo lo tengo que apropiar ya”. Casi como un análisis de un observador ajeno de la realidad.
Palos a Larreta y a la oposición
Fernández también habló de la oposición. Arrancó por el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.
Horacio Rodriguez Larreta y Alberto Fernández. El Presidente pasó de hablar del “amigo Horacio” a recordar ahora que el alcalde porteño “piensa como (Mauricio) Macri”.
“El ‘mi amigo Horacio’ fue tender una mano, un simbolismo, un ‘che, olvidemos las diferencias que estamos en un problema, tratemos de estar juntos'”, definió el Presidente sobre la frase con que solía presentar al alcalde porteño en las conferencias conjuntas durante las restricciones anunciadas en 2020.
Sobre ello, ahora reflexionó: “Por ahí no fue lo mejor porque entre Horacio y yo tenemos muchas diferencias. Finalmente, él piensa como Macri y yo no. No voy a abrir juicio de valor sobre eso. Él está en su partido y yo no. Yo siempre me opuse a lo que Macri expresaba”.
Luego amplió su crítica a la generalidad. “Esta es una oposición que creció sobre la base de la denuncia“, arremetió.
“Creció en los años de Cristina denunciando, denunciando denunciando… y ahora no tienen mucho para denunciar”, calificó, para luego ser aún más severo: ”Lo único que les queda es ser bravucones y hacer los planteos desde esos lugares que francamente irritan“.
DS
Fuente Clarin