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La Guardia Costera de Estados Unidos y otras instituciones buscan por aire, mar y tierra a diez migrantes cubanos desaparecidos tras volcar su embarcación frente a las costas de los Cayos de Florida, luego de recuperar los cuerpos de dos personas y rescatar a ocho del agua.
La búsqueda de los náufragos se estaba realizando este sábado con lanchas rápidas, barcos, helicópteros y un avión HC-130 Hércules, indicó agencia federal en un comunicado.
El drama de los balseros cubanos ha reaparecido de la mano de un fuerte agravamiento de la situación económica interna debido a la pandemia, el retroceso en el deshielo con Estados Unidos y la disparada del costo de vida tras la unificación, en enero pasado, de las dos monedas que regían en la isla.
La revista The Economist prevé que la inflación anual en la isla comunista rondará el 399,6% en su estimación mínima o 505% en la de máxima.
Esa crisis ha escalado las protestas contra el régimen, con la juventud que se expresa contra la Revolución con canciones y consigas como patria y vida en lugar del clásico patria o muerte.
Una imagen cedida en marzo por la Guardia Costera estadounidense mostraba otra embarcación precaria con migrantes cubanos. Foto: EFE
Escape en balsa
Los balseros escaparon del país en una precaria embarcación el domingo pasado desde el Puerto de Mariel. La balsa zozobró el miércoles en la noche.
La búsqueda de los náufragos cubrió hasta ahora 10.544 kilómetros cuadrados sin éxito, señaló la Guardia Costera.
Los diez cubanos buscados desaparecieron a unos 25 kilómetros de Cayo Hueso, en el extremo sur de Florida.
En tanto, los inmigrantes rescatados fueron divisados pidiendo socorro por un patrullero de los guardacostas que hacía su patrullaje rutinario por esas aguas.
Desde el 1 de octubre de 2020 la Guardia Costera ha interceptado en el mar a 298 cubanos en comparación con los 49 interceptados en todo el año fiscal de 2020.
Según cifras suministradas por las autoridades estadounidenses, en el año fiscal 2019 fueron 313 los inmigrantes interceptados y en 2018 el número llegó a 259, mientras que en 2017 y 2016 se interceptaron en el mar a 1.468 y 5.396 inmigrantes cubanos, respectivamente.
La puerta de entrada de cubanos sin permisos legales a EE.UU. estuvo abierta hasta el 12 de enero de 2017, cuando el entonces presidente Barack Obama les retiró ese beneficio migratorio.
El deshielo que se alcanzó entre Cuba y Estados Unidos durante el gobierno de Barack Obama quedó suspendido en el gobierno de Donald Trump. Foto: DPA
Desde ese entonces, los cubanos que ingresan de forma ilegal a Estados Unidos carecen del permiso temporal de residencia y, en caso de pedir un asilo político, lo tendrán que solicitar en igualdad de condiciones que el resto de inmigrantes.
Relaciones congeladas
El régimen cubano liderado por Raúl Castro logró negociar una reanudación de las relaciones diplomáticas con EE.UU. durante la gestión del demócrata Barack Obama.
Ese acuerdo mediado por el Papa Francisco y Canadá reactivó la inversión hotelera en la isla, el surgimiento de una rudimentaria clase media, con actividades privadas y el movimiento de barcos y aviones llevando turistas.
La administración de Donald Trump demolió esos vínculos atento a la fuerza electoral de la diáspora anticastrista del estado de Florida y solo dejó en pie las relaciones diplomáticas con La Habana, aunque en niveles mínimos.
La llegada de Joe Biden, quien acompañó como vicepresidente a Obama en aquel emprendimiento, no modificó el cuadro.
Según los analistas, el presidente norteamericano no hará nada con Cuba hasta después de las elecciones legislativas del próximo año, donde necesita precisamente el voto de Florida para intentar incrementar su peso parlamentario.
Fuente: EFE y Clarín
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