El rechazo del ex Midachi Miguel del Sel a la propuesta de encabezar una lista de unidad fracturó la sociedad entre Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió en Santa Fe. A contramano de lo que urde en su distrito, el jefe porteño se abrazó al ala dura del PRO y bendijo rápidamente la incorporación de la modelo Amalia Granata a la fórmula que competirá en las PASO para el Senado.
La diputada provincial emblema del antiabortismo y la mano dura llegó el jueves a la sede de gobierno de Parque Patricios nada menos que de la mano de Patricia Bullrich. La jefa partidaria, desplazada por Larreta de la lista en Capital, acababa de sellar el acuerdo con Granata -del bloque “Somos Vida”- junto a Federico Angelini, vice del PRO y quien encabezará finalmente la nómina macrista, enfrentando a tres variantes del radicalismo. Una de ellas tiene el aval de Carrió.
Elisa Carrió con Horacio Rodríguez Larreta en Santa Fe junto a Miguel Del Sel.
La elección santafesina es clave para las pretensiones de Cristina Kirchner de mantener el control absoluto de la Cámara alta. El PJ arriesga dos bancas y está hundido en un mar de dudas. Juntos por el Cambio apuesta a sumar una a la que dejó Carlos Reutemann y tras su muerte ocupará Alejandra Vucasovich. Mientras que el socialismo intentará terciar, tras el golpe que le significó el fallecimiento por Covid de Miguel Lifschitz, uno de los favoritos, y su viuda, Clara García, decidió tomar la posta, aunque deberá atravesar la interna del Frente Progresista.
“El Fuerza Miguel ahora siento que es para mí”, dijo días atrás la ex funcionaria rosarina al hacerse cargo de La Usina, el think tank creado por el ex gobernador. Fue el virtual lanzamiento de campaña que, anticipó, apuntará menos al recuerdo que a la esperanza.
Con todo, no consiguió doblegar la marcha del intendente de Rosario, el ex radical Pablo Javkin, hacia la pelea por el liderazgo del espacio. Negocia con Rubén Giustiniani, quien rompió por izquierda con el socialismo en 2015, para que vuelva a postularse a una banca en el Senado, donde permaneció doce años. Pablo Oliver, legislador por la UCR que sigue en el Frente, iría de primer diputado. Aunque los socialistas le ofrecerían ese lugar de mayores expectativas a Giustiniani, a cambio de que deponga los rencores que lo llevaron a armar el partido provincial Igualdad y Participación.
En el oficialismo es donde las aguas corren borrascosas. A la caída de imagen del gobierno de Perotti se suma la ya folclórica pulseada entre el PJ tradicional y el kirchnerismo, que hasta ahora no pudo convencer a Agustín Rossi para que se baj del Ministerio de Defensa para competir en terreno resbaladizo.
Del lado de Perotti apuestan por la reelección de Roberto Mirabella y La Cámpora quiere lo mismo para María de los Angeles Sacnun, quien corre con ventajas: Cristina la ubicó al frente de la estratégica Comisión de Asuntos Constitucionales. Pero como ninguno mueve el amperímetro, fuentes partidarias le confiaron a Clarín que comenzaron a medir a la directora de Migraciones, Florencia Carignano, y al jefe del bloque de diputados provinciales, Leandro Busatto, yerno del publicista “albertista” Enrique Albistur.
Larreta y Bullrich pujan ahora por contar con Granata y los casi 300 mil votos que cosechó hace dos años, para sus respectivos proyectos presidenciales. Pero su incursión en la interna santafesina de Juntos por el Cambio no les resultará sencilla. Carrió dio aval a la lista pluripartidaria que lleva al ex jefe radical, José Corral, para senador, y al macrista Roy López Molina, popular concejal de Rosario, de primer diputado, seguido de la “lilita” Lucila Lehman.
Otra lista que quiere ganar cartel es la que encabezará la periodista Carolina Losada, incorporación bendecida por el jefe radical, Alfredo Cornejo, y que llevará de diputado al ex embajador en Uruguay, Mario Barletta. En tanto que se prepara para dar el salto del Frente Progresista como cuarto precandidato a senador de Juntos por el Cambio Maximiliano Pullaro, jefe del bloque de diputados provinciales de la UCR y ministro de Seguridad durante los cuatro años de la gestión de Lifschitz.
Fuente Clarin